En apoyo de la liberalización del sistema gasístico

Desde la Asociación Española del Gas (Sedigas) apoyan plenamente las medidas presentadas por la Comisión Europea para ahondar en la liberalización de los sistemas energéticos, y más concretamente el del gas. Rechazan las posturas de Francia y Alemania por proteccionistas

La Comisión Europea emitió, el pasado enero, un comunicado donde destacaba la importancia de completar el mercado interior del gas natural, creando un marco de actuación homogéneo para todas las empresas gasistas europeas. El informe final de la encuesta sobre competición sectorial de 2006 dejó claro que las normas vigentes no garantizaban el buen funcionamiento del mercado interior. En este sentido, la Comisión deduce que, sin una efectiva separación de la gestión de las redes de las actividades competitivas, hay un riesgo inherente no solo de discriminación en la operación del sistema gasista, sino también de falta de incentivos de las empresas verticalmente integradas para invertir lo adecuado.

La Comisión Europea declara, muy pertinentemente, que la separación de propiedad, definida en el sentido de que el propietario de la infraestructura de transporte sea el encargado de operarla, es la manera más simple y clara de llegar a una separación efectiva, opinión respaldada por el Parlamento Europeo.

Por otro lado, episodios recientes de disfunción en el suministro de gas al centro y oeste de la Unión Europea pusieron de relieve la importancia de que exista la infraestructura que permita medidas efectivas de solidaridad en caso de crisis. En este sentido, se hace necesario que exista una capacidad de interconexión suficiente entre los estados miembros, que no se encuentre permanentemente saturada, como ocurre hasta la fecha en algunos países como Francia y España.

Con base en los principios anteriores, la Comisión ha presentado un nuevo paquete de propuestas legislativas, que permitan una solidaridad interna en caso de necesidad y una mayor seguridad de suministro:

- Una cooperación eficiente entre los gestores europeos de sistemas nacionales de transporte.

- El reforzamiento de los reguladores energéticos nacionales, y la implantación de una cooperación mutua entre ellos mediante una Agencia de Cooperación de los Reguladores de Energía.

- La separación efectiva de las actividades de aprovisionamiento y suministro de la gestión de infraestructuras.

- La mejora del acceso a los almacenamientos y terminales de GNL, y la limitación de las infraestructuras exentas de esta obligación de acceso.

- El avance gradual efectivo hacia un mercado europeo para los clientes pequeños: residenciales y pymes.

- La exigencia a las empresas extracomunitarias que quieran actuar en el mercado energético europeo del cumplimiento de las mismas normas de competencia y el establecimiento de convenios bilaterales.

Desde la industria española del gas apoyamos los objetivos y medios que la Comisión Europea propone. Y no podía ser de otra manera porque estas medidas han tomado como referencia, en gran parte, el buen funcionamiento de la regulación gasista española, que las implementó de manera eficaz, lo que ha permitido una liberalización efectiva, mediante un Gestor Técnico del Sistema independiente, que garantiza el acceso a las infraestructuras de transporte a las más de 20 empresas comercializadoras que compiten. Desde hace ya algunos años, más del 80% de las ventas de gas natural (86% en 2006) se hacen en nuestro país en el mercado libre. Junto con el Reino Unido, somos los mercados más abiertos, si bien en nuestro país con el mérito añadido de no disponer de la producción nacional de gas que le ha asegurado la autosuficiencia a Gran Bretaña hasta muy recientemente.

Las medidas de la Comisión Europea encuentran eco favorable en los países de la Unión Europea que hemos avanzado seriamente en la liberalización del mercado (Reino Unido, España, Italia, Holanda, Dinamarca…). Pero también encuentran resistencias serias por parte de algunos países, entre ellos Alemania y Francia, que pretenden mantener a sus campeones nacionales a salvo de la dura competencia, y que si bien sobre el papel han cumplido la legislación vigente, no cumplen las medidas que la propuesta de tercera directiva de gas propugna. Estos países muestran un escaso progreso en la liberalización, medida en los términos reales que permiten evaluarla: porcentaje de mercado logrado por los nuevos entrantes no incumbentes, porcentaje de ventas de gas negociado en el mercado libre, y cifras de clientes que han cambiado a nuevos comercializadores.

Desde la Asociación Española de Gas damos la bienvenida a las nuevas propuestas de la Comisión Europea que pretenden llegar a un mercado interior del gas natural de dimensión auténticamente europea. Por ello, las seguiremos defendiendo en las asociaciones gasistas europeas de que formamos parte, y animamos al Gobierno a que con convicción las defienda en el Consejo Europeo, al igual que los miembros españoles en el Parlamento Europeo.

Antoni Peris. Presidente de Sedigas (Asociación Española del Gas)