Más derechos para los pasajeros de tren europeos
Los pasajeros de ferrocarril que sufran retrasos superiores a una hora podrán reclamar una indemnización de acuerdo con la nueva legislación aprobada ayer por el Parlamento Europeo. Los eurodiputados respaldaron por amplia mayoría las tres normas -un reglamento y dos directivas- del llamado tercer paquete ferroviario en los términos previamente pactados con el Consejo de la UE y concluyeron así una tramitación que se remonta a marzo de 2004.
El reglamento, que entrará en vigor a finales de 2009, define los derechos de los viajeros en materia de información, responsabilidad de las empresas ante accidentes, acceso para discapacitados físicos, transporte de bicicletas e indemnizaciones en caso de retraso. Los pasajeros podrán reclamar el 25% del precio del billete en caso de demora de entre 60 y 119 minutos y del 50% para un retraso igual o superior a 120 minutos. La compensación se concederá sin perjuicio de que el titular mantenga su derecho a ser transportado y deberá abonarse en el plazo de un mes desde la presentación de la solicitud.
Los derechos serán de aplicación no sólo en trayectos internacionales, sino también en los nacionales, excepto en los trenes regionales o de cercanías. Las autoridades de cada país podrán postergar su entrada en vigor en el ámbito nacional hasta quince años.
El paquete incluye una directiva que obliga a todos los países de la UE a permitir desde enero de 2010 la prestación de servicios de transporte de pasajeros a las empresas de otros Estados miembros, aunque exclusivamente en los trayectos internacionales. La legislación prevé que las empresas que ofrezcan servicios especializados, como los de alta velocidad, en países distintos al de origen, puedan reclamar contratos de hasta quince años de duración, para garantizar cierta rentabilidad a sus inversiones.
Con la nueva directiva, la Unión da un paso más hacia la liberalización e integración de sus redes de ferrocarril nacionales, tras la apertura a la competencia del transporte de mercancías, completa desde el pasado 1 de enero.
La segunda directiva busca propiciar que los maquinistas europeos puedan operar en otros Estados miembros y para ello establece un sistema de certificación de títulos mediante examen, vigente en el conjunto de la red ferroviaria europea.