El impacto de la fortaleza del euro

La cotización del euro tocó el viernes un nuevo máximo histórico con 1,4120 dólares, tres centavos más desde que el martes la Reserva Federal de EE UU (Fed) bajó medio punto los tipos de interés. Las alarmas han saltado, especialmente en Francia y Alemania, donde las empresas se consideran más perjudicadas por un euro fuerte. Siguiendo a su presidente, Nicolas Sarkozy, la ministra de Economía gala, Christine Lagarde, se ha sumado a la preocupación de los empresarios franceses por la fortaleza de la divisa europea. El ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, también ha expresado su inquietud por el impacto del euro fuerte sobre las exportaciones de su país. Más concreto fue el fabricante europeo Airbus, que reconoció que si el euro continúa en máximos no podrá invertir en nuevos programas y cuantificó en 1.000 millones el coste si la divisa llega a 1,45 dólares.

Todo apunta a que el rally del euro puede seguir. Los malos datos económicos y las incertidumbres sobre la duración y el verdadero impacto de la crisis de las subprime en EE UU podrían forzar a la Fed a una nueva rebaja de los tipos. Es decir, más gasolina para euro.

Un proceso que hace que las empresas europeas cedan competitividad. En España, la mayoría están a resguardo, pues el 75% de las exportaciones se dirige a la zona euro. Además, la debilidad del dólar compensa las subidas del petróleo, igualmente en máximos, lo que rebaja la factura energética y afloja las presiones inflacionistas. Sin embargo, el turismo, cada vez más sensible a los precios, sí puede salir perjudicado porque destinos ya muy competitivos, como el Caribe, bajarán sus precios relativos al cobrar en dólares.

Aunque un euro fuerte no afecta a todos los países por igual, sí es una barrera contra la inflación. La duda es cuál es el umbral a partir del cual la economía europea se resentirá realmente. Airbus habla de 1,45 dólares, pero hace un año los exportadores españoles lo fijaron en los ya superados 1,35 dólares. En todo caso, esta fortaleza del euro resta margen al BCE para subir el precio del dinero, lo que puede animar el crecimiento.