Goldman sortea la crisis crediticia mientras que Bear Stearns encalla
Suertes dispares para el tercer y cuarto banco de Wall Street que presenta balance tras la crisis crediticia de las últimas semanas. Mientras Goldman Sachs ha presentado unos resultados trimestrales que superaron las expectativas, el beneficio de Bear Stearns en el periodo ha sido el peor en cinco años.
Goldman Sachs ha logrado esquivar el efecto de la crisis hipotecaria sobre sus cuentas, de forma que en los nueve primeros meses del ejercicio ganó 8.241 millones de dólares (5.854 millones de euros), un 31% más que en mismo periodo del año anterior.
Con la publicación de sus resultados, el mayor banco mundial de inversiones también ha conseguido superar las previsiones de los analistas de Wall Street, que preveían que, como sus competidores, la firma iba resentirse por las turbulencias veraniegas.
La facturación del grupo durante los nueve primeros también aumentó el 25%, hasta los 35.246 millones de dólares, impulsado especialmente por el comportamiento de la compañía durante el tercer trimestre del año, cuyos resultados se dispararon. Durante los tres últimos meses, el grupo aumentó su beneficio el 79%, hasta los 2.806 millones de dólares (1.993 millones de euros), y sus ingresos el 63%, hasta alcanzar los 12.334 millones.
'El difícil entorno financiero del tercer trimestre, ha hecho que nuestros negocios se hayan tenido que enfrentar a importantes desafíos', aseguraba ayer el presidente y consejero delegado de banco, Lloyd Blankfein.
La cruz de las turbulencias
Uno de sus más directos competidores, Bear Stearns, no ha logrado sortear tan limpiamente las turbulencias. La entidad, que también presentó ayer los resultados de su tercer trimestre fiscal, anunció descenso de su beneficio del 61%, hasta 171 millones de dólares (121 millones de euros), respecto al mismo periodo de 2006.
Según explicaron los responsables e la firma, los ingresos recurrentes por intermediación de acciones cayeron un 88% y, además, tuvieron que registrar unas pérdidas de 200 millones de dólares por el colapso de dos fondos de inversión alternativa.