La banca mediana acusa el temor creciente a la crisis crediticia
Nuevo susto bursátil para el sector bancario. El desplome de la hipotecaria británica Northern Rock y varios informes negativos sobre el sector acentuaron el miedo de los inversores a las consecuencias de las crisis de liquidez actual. La banca mediana española se vio azotada con virulencia, afectada por una fuerte revisión a la baja de Citigroup.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Las fotos que recorrieron el mundo de los clientes Northern Rock haciendo cola en las oficinas de todo el país para retirar sus ahorros se han convertido en una prueba palpable de las consecuencias de la crisis de crédito que atraviesa el sistema financiero. El pánico se palpa. El mayor rescate del Banco de Inglaterra en 30 años apenas ha logrado calmar los ánimos. Muchos ahorradores de la mayor financiera hipotecaria británica seguían demandado su dinero ayer. Un nerviosismo que se sintió en Bolsa.
Northern Rock perdió un 35% en Bolsa, castigo que sumó al 31,5% del viernes. Pero no fue la única. El sector bancario del Stoxx cayó el 2,2% con todos los valores en rojo a excepción de Intesa y ABN-Amro, que se mantuvieron prácticamente sin variación. Y es que los problemas de la británica sugieren que otros bancos también se pueden ver afectados por falta de liquidez. Al menos así lo entiende el mercado. 'Hay miedo y el deporte nacional de los hedge funds es ponerse corto en bancos. Esto hace que nadie quiera entrar a pesar de que las valoraciones sean atractivas y el castigo sea exagerado', comentaba ayer Arturo de Frías, de Dresdner Kleinwort.
Informes negativos
La publicación de varios informes negativos sobre la banca europea no hizo más que agravar la situación. Citigroup, Credit Suisse y Merrill Lynch bajaron la estimación de beneficios. Citigroup bajó los precios objetivos de 33 de los 38 bancos que analiza. Y entre ellos la banca mediana española recibió un duro golpe. Credit Suisse bajó hasta un 10% las estimaciones de beneficios para 2008 de algunos bancos alemanes y franceses, mientras que Merrill Lynch se cebó con la banca británica.
La sesión, así, amanecía cargada de miedos. Para empeorarlo todo aún más, el presidente de Northern Rock, Adam Applegarth, complicaban aún más la existencia de la banca española y en declaraciones al diario The Independent afirmaba que tres bancos españoles han afrontado problemas similares a los suyos y han solicitado liquidez al Banco Central Europeo. Rumores y más nerviosismo que sólo acentuaron las ventas. El Banco de España lo negó en las primeras horas de la mañana pero el daño ya estaba hecho.
Las ventas azotaron con virulencia al sector y la banca mediana sufrió las peores consecuencias. Bankinter cayó el 5,66% en la sesión, Banco Sabadell perdió el 4,02%, Banesto se dejó el 3,81% y Banco Popular perdió el 3,32%. Banco Pastor, el más afectado, cayó el 9,7%.
'La banca mediana española se ha visto afectada por dos motivos. Por un lado ha estado muy ligada al crecimiento inmobiliario de los últimos cinco años y por otro tienen unos ratios de crédito entre depósitos muy altos. Igual que la semana pasada tocaba vender bancos con exposición a derivados ayer los hedge funds se fijaban más en los bancos con ratios de este tipo más similares a los de Northern Rock', añade De Frías.
Las rebajas que sufrió la banca española de manos de Citigroup añadieron leña al fuego. El banco bajó la recomendación de Bankinter, Banco Sabadell y Banco Popular a vender, mientras que para Banesto dejó la calificación en mantener. Rebajas que también se han visto acompañadas de fuertes revisiones del precio objetivo.
A ojos de esta firma la prima a la que cotizaban estas compañías en los últimos años ya no está justificada. Hasta ahora el boom en volúmenes de negocio, la continuada apreciación, las menores presiones de márgenes, los elevados niveles de liquidez en el mercado, un mercado crediticio benigno y un mercado de fusiones y adquisiciones en auge explicaban los precios, variables que ya no sirven en un entorno en el aumenta la presión de márgenes, se reduce la visibilidad de resultados y el mercado crediticio se deteriora.
'Los bancos medianos tenían una sobrevaloración tremenda porque descontaban movimientos empresariales y eso parece difícil ahora mismo', concluye Juan José Fernández-Figares, de Link Securities.
Recelo inglés a la llegada de la banca española
Muchos partícipes de mercado meditaban ayer tras escuchar las declaraciones del presidente de Northern Rock en las que apuntaba con el dedo a tres entidades españoles. ¿Por qué airear posibles problemas de liquidez de otros?El Banco de España aseguró que ninguna entidad española ha solicitado financiación de urgencia pero el mercado no quedaba del todo convencido. 'Yo es que me creo que haya bancos con problemas de liquidez', señalaba un experto. Unos apuntaban a Santander por su exposición al Reino Unido a través de Abbey, mientras otros veían a las cajas como candidatos más probables a este tipo de problemas. Al final todo pura y dura especulación a la espera de nuevos datos.En las jornadas con inversores que mantuvo el Santander la semana pasada, el banco afirmó que espera que los ingresos de su filial británica aumenten entre un 5% y un 10% entre 2006-2009. También mantuvieron los objetivos para el año del conjunto del grupo. Abbey, por su parte, en declaraciones oficiales a Dow Jones aseguró la semana pasada que está bien posicionado para desarrollar sus actividades en las condiciones actuales de mercado. 'El banco cuenta con una amplia base de depositantes minoristas y, por tanto, no depende de financiación del mercado mayorista. Somos parte del grupo Santander y por tanto no sufrimos la misma presión del mercado que se ve en algunas entidades', comentaron.El tiempo dirá quién tiene los problemas. Por lo pronto, el resquemor que produjo el desembarco de Santander en el Reino Unido no parece haber caído en el olvido en el sector financiero británico. Truncó los planes de HBOS, interesado en Abbey, y ahora podría volver a impedir a otro británico, en este caso el Barclays, hacerse con ABN Amro.