Guitarras exclusivas que llegan a valer más de 20.000 euros
Músicos de todo el mundo usan los instrumentos de lujo fabricados por Manuel Rodríguez e Hijos.
Hace un mes, el ex presidente de EE UU Jimi Carter recibió como donación una guitarra clásica para la fundación que lleva su nombre. Ese instrumento, cuando se subaste, puede superar los 70.000 euros. Detrás del regalo está la empresa española Guitarras Manuel Rodríguez e Hijos. Pero ¿qué tiene de especial para que alcance ese valor?
'El que compra una guitarra clásica como esa sabe que es una obra de arte y que las maderas que lleva van a desaparecer y se van a convertir en una joya', explica Manuel Rodríguez, hijo del fundador de la empresa y su actual gerente. Su padre, llamado de igual forma, acude casi todos los días, a pesar de sus 81 años, a la fábrica de Esquivias (Toledo) como maestro luthier y todavía fabrica de manera totalmente artesanal guitarras clásicas y de flamenco. Para ello utiliza sus propias maderas exóticas y únicas (palo de santo de Río o ébano), algunas de especies extinguidas que fueron almacenadas durante 50 años en un pequeño taller. Cualquier guitarra que elabora el padre no baja de los 20.000 euros. Son pequeñas joyas imposibles de repetir y demandadas por coleccionistas.
Pero en la planta de 50.000 metros cuadrados de Esquivias y 40 empleados también se hacen otras guitarras de menor valor, aunque con un proceso casi artesanal. Cada una de ellas tarda un mes en realizarse y sólo salen acabadas 24 al día. El rango de precios, desde los 300 euros de la más barata hasta los 20.000. También tienen otras de 60 euros, fabricadas en China, con diseños propios.
Al Gore, ex vicepresidente de EE UU y gurú de la lucha contra el cambio climático, recibirá en octubre una guitarra de maderas ecológicas
El presidente estonio o el de China también recibieron un regalo de estos artesanos. 'Nos ayuda a vender en esos países', reconoce Manuel, el primogénito. El próximo será Al Gore, ex vicepresidente de EE UU y gurú de la lucha contra el cambio climático, que en octubre recibirá en Mallorca una guitarra de maderas ecológicas. Rodríguez viajó hasta Atlanta para encontrarse con Gore y pactar la entrega.
'Mi hijo mayor es muy ambicioso. Un empresario nato', asegura Manuel, padre. No le importa viajar y recorrer el mundo. Así, la compañía exporta a 100 países -el 95% de la producción- y factura 2,6 millones al año. Pero la sangre viajera es heredada. 'Si puedes aprender a hacer algo que puedas vender, puedes ir a todas las partes del mundo', es la máxima de la empresa, según el fundador.
En 1959, dos años después de fundar la empresa, Manuel Rodríguez le dijo a su novia si se iba con él a EE UU. Se casaron y se lanzaron a la aventura de un mercado que ya por entonces le demandaba más guitarras. 'Allí estaban los grandes músicos de Hollywood, un plantel único. Además, lo que me pagaban en ese país era prohibitivo en Europa'. Pero llegaron las guitarras japonesas, más baratas, y se le 'achicó el mercado', por lo que volvió a España en 1973.
Ya con su hijo, en los primeros años, recorría Europa durante tres meses para dar a conocer sus obras. Desde entonces trabajan fundamentalmente por pedidos, con poco stock, para las distribuidoras más importantes, como la estadounidense Guitar Center, pero también de forma particular para cientos de músicos y artistas.