Una nueva oleada de inversiones en Brasil
Las excelentes relaciones bilaterales entre España y Brasil están perfectamente reflejadas en las cifras de inversión. Brasil es uno de los principales destinos de la inversión española en el exterior y España es, a su vez, uno de los principales inversores en Brasil. Ambos Gobiernos apuestan con fuerza por la constante mejora de dichas relaciones y prueba de ello es la reciente visita de la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, a Brasil y, sobre todo, la que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva realiza a nuestro país.
La visita de Lula da Silva a Madrid no sólo tiene como objetivo potenciar estas buenas relaciones, sino que da un espaldarazo a la inversión española en Brasil, ya que uno de los pocos actos oficiales previstos en su agenda es la inauguración del seminario Perspectivas de la economía brasileña: infraestructura y biocombustibles, donde se presentará a los empresarios españoles algunas de las principales oportunidades para la inversión en Brasil.
Algunas de ellas están reflejadas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que proyecta inversiones de más de 200.000 millones de euros en los próximos tres años, provenientes tanto del Estado brasileño como del sector privado, con la posibilidad de entrada a capital extranjero para llevar a cabo las actuaciones previstas en dicho plan. Es ahí donde España tiene un papel primordial, ya que el Plan de Aceleración del Crecimiento abarca los sectores del transporte, logística, energía, saneamiento y vivienda, áreas en las que España es muy competitiva y goza, ya, de una importante presencia en Brasil.
Los sectores de la concesión de autopistas, saneamiento, ferrocarriles y, sobre todo, el inmobiliario son los de mayor expectativa de crecimiento
De todos estos sectores, el que, presumiblemente, será el protagonista de la nueva oleada de inversión española en Brasil en los próximos años, junto con el de las concesiones de autopistas, saneamiento y ferrocarriles, será el inmobiliario. Esta área de negocio ya ha avanzado significativamente en los últimos tiempos gracias a los negocios emprendidos por parte de promotores españoles en el nordeste del país. Este es un primer paso, pero muy importante, ya que tradicionalmente la inversión en Brasil ha estado dirigida a los servicios, tales como la banca y las telecomunicaciones. Este cambio de actitud es un reflejo de que los inversores españoles ven en Brasil un país diversificado con mucho que ofrecer al emprendedor.
En líneas generales, el potencial del mercado inmobiliario es enorme, sobre todo porque Brasil se está erigiendo como el país idóneo para explotar el turismo y el mercado de segunda residencia. Ejemplo de ello es la explosión inmobiliaria que está viviendo el Estado de Río Grande do Norte, donde se están construyendo complejos turísticos y cuyas viviendas son adquiridas por compradores extranjeros. Por otro lado, los empresarios españoles están encontrando importantes ventajas competitivas en cuanto a localización, mano de obra, suministros, etcétera, que abaratan costes sin repercutir en la calidad de la obra. La edificación controlada es otra de las características del sector inmobiliario en Brasil, ya que el Gobierno lleva a cabo políticas de buena gestión de la sostenibilidad, haciendo hincapié en la protección de espacios singulares y protegidos medioambientalmente.
Por otra parte, cabe destacar que otro de los mercados que se abre para los inversores es el energético, uno de los principales temas que ha traído a Lula da Silva a nuestro país y que también ha abordado durante su viaje oficial a los países escandinavos. En este caso, el Gobierno de Brasil quiere centrar sus esfuerzos en la puesta en marcha de proyectos de energía renovable, así como los combustibles limpios, como el biodiésel.
La eclosión de estos sectores en Brasil abre un gran abanico de oportunidades a los grupos y empresas españoles, ya que tanto el mercado inmobiliario como el energético son dos de las áreas en la que las empresas de nuestro país tienen mayor proyección y experiencia, por lo que en esta nueva ola de inversión se augura una mayor presencia de estas empresas en una economía tan importante como es la brasileña.
Tomás González. Presidente de la Cámara de Comercio Brasil-España