La escudería McLaren se juega hoy en un despacho su futuro
El contenido de unos correos electrónicos intercambiados por Fernando Alonso y Pedro Martínez de la Rosa va a ser clave en la reunión del Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Ahí están las 'nuevas evidencias' que llevaron a Max Mosley a convocar de nuevo al máximo organismo del automovilismo para estudiar el ya conocido como 'Stepneygate'.
De lo que se contaran los dos pilotos españoles en ese intercambio de mensajes depende el futuro de la escudería McLaren-Mercedes. Si se demuestra que usaron los datos confidenciales que pasó de forma poco ética el ingeniero de Ferrari, Nigel Stepney, al diseñador de McLaren Mike Coughlan, la sanción podría apartar al equipo de lo que queda de temporada y la próxima.
Pero las consecuencias de una decisión de este calado podrían ser más profundas. El temor que recorre ahora el circo de la F1 es que la resolución que salga de la reunión de hoy en París pueda dañar a toda la competición. 'Tengo miedo por el futuro de la Fórmula 1 si el caso no se maneja con cuidado', explicaba ayer a Reuters el triple campeón del mundo de la categoría, el británico Jackie Stewart. 'Las dos personas más influyentes en este deporte, Bernie Ecclestone y Max Mosley deben tener la sabiduría de desactivar este asunto hasta el punto en que se pueda llevar de manera no destructiva', añadió Stewart.
'El Santander debe seguir con sus actos de marketing pase lo que pase hoy en París'
Y es que el campeón británico teme que este episodio pueda llevar a los patrocinadores a huir de la Fórmula 1. Los equipos dependen de las grandes multinacionales para completar sus enormes presupuestos. Una mala imagen general podría traer malas consecuencias.
Un experto en patrocinios deportivos y profundo conocedor del mundo de la Fórmula 1 se mostró ayer más escéptico con los efectos del caso de espionaje sobre los patrocinadores. En una conversación con Cinco Días, este consultor, que prefirió no ser identificado, aseguró que el efecto sobre el Santander, uno de los principales patrocinadores de McLaren, no será muy grave. 'Pase lo que pase en la reunión de la FIA, al Santander no debe afectarle', dijo. 'El patrocinio es un ejercicio de marketing y no va tan unido a los resultados deportivos como podríamos pensar', añadió. 'Si yo fuera el Santander prepararía una estrategia de contención, pero lo lógico es que continúen con todo lo que tienen en marcha: campañas de publicidad, las invitaciones a las carreras a clientes, las acciones promocionales... Eso no se puede parar', dijo el consultor. Respecto al impacto económico o la posibilidad de romper el contrato, explicó:_'Siempre se puede romper un contrato, pero dudo que le interese al Santander. Además, los seguros cubren estas contingencias'.
Los patrocinadores
La Fórmula 1 vive de la publicidad. Los coches, los cascos y monos de los pilotos o de los mecánicos... todo es susceptible de llevar un logotipo. O diez. McLaren empezó este año con nuevos patrocinadores: Vodafone, que le había arrebatado a Ferrari, y el Santander. Los italianos mantienen como principal a Marlboro, pese a que está prohibida la publicidad de tabaco en la mayoría de países.
La apuesta del Santander por la F1 parece firme pese a los contratiempos que se puede encontrar. No sólo patrocina a McLaren. También lo hace con dos grandes premios y negocia con otros. Estar en un espectáculo global le conviene en su proceso de expansión internacional.
Ferrari
Luca di Montezemolo cree que van a ganar este caso. El presidente de Ferrari llegó a decir el martes que merecen el título de constructores aunque lo ganen en los despachos. Lo cierto es que la escudería italiana ha presionado para que el caso llegase a este punto. Convencidos de que McLaren ha usado los datos de su ex empleado díscolo, el convencimiento general es que han usado su influencia sobre la FIA para conseguir que el caso no se cerrarse. El peso de Ferrari en el consejo mundial de la federación será decisivo en la reunión de hoy.
McLaren
Ron Dennis empezó como mecánico y ahora es el patrón de uno de los equipos clave de la F1. Pero su cabeza puede ser la pieza que se cobre Max Mosley, presidente de la FIA, en la reunión de hoy, una venganza tras años de rencillas.
La prensa británica ha interpretado como un anticipo de su salida del circo las lágrimas que derramó el imperturbable Dennis al final del GP de Italia. Su marcha pasaría por la venta de su 15% de la escudería, que también está participada por Mansour Ojjeh (15%), el Gobierno de Bahrain (30%) y Mercedes-Benz (40%).