El barril de petróleo que compra EE UU bate el récord de 80 dólares
El precio del petróleo de Texas, de referencia en EE UU, llegó ayer a alcanzar los 80 dólares por barril, un récord, nada más conocerse que las reservas de crudo bajaron la pasada semana mucho más de lo previsto. Otros analistas consideraron que detrás de este repunte se encuentra el modesto incremento de producción pactado por la OPEP de 500.000 barriles más por día adoptado el martes, que, según los expertos, no logró calmar al mercado.
Sea como fuere, lo cierto es que minutos después de que el Departamento de Energía publicase en Washington que las reservas de crudo habían disminuido en 7,1 millones de barriles, el precio de los contratos de petróleo para octubre llegó a situarse 80,2 dólares el barril, 1,8 dólares más que el martes, nuevo máximo histórico. Los analistas había previsto una merma de inventarios de apenas dos millones de barriles.
Después de este fuerte descenso de las existencias de crudo, el volumen almacenado se sitúa en 322,6 millones de barriles, un 2,7% menos que en igual periodo del año anterior. Las reservas de gasolina bajaron en 700.000 barriles, lo que deja el total en 190,4 millones, un 9,6% inferior al de 2006.
La cotización del crudo Brent, de referencia en toda Europa, también se vio agitada. El barril llegó a situare a 77,7 dólares en el mercado de Londres, 1,30 dólares más, próximo al récord.
Todo ello se produjo a pesar de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) aseguró ayer que la demanda mundial de crudo crecerá a un ritmo menor que el esperado en el último trimestre de este año y durante 2008, debido a que los altos precios podrían recortar el consumo.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la asesora de 26 naciones industrializadas previó que la demanda mundial crecerá en 2,35 millones de barriles por día (bpd) en el cuatro trimestre del año, 240.000 barriles menos que lo estimado el mes pasado.
Presión a la Opep
La Agencia Internacional de la Energía volvió ayer a presionar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo para que decrete nuevos aumentos de la producción, ya que teme los efectos de los altos precios del crudo sobre la economía.