Los analistas minimizan el impacto que tendrá la ruptura para las dos compañías
La Bolsa recogió ayer sin dramatismo la ruptura del acuerdo que la compañía estatal argelina Sonatrach mantenía con Gas Natural y Repsol para la construcción del mayor proyecto energético del país. La gasística cerró con un descenso del 2,02%, y la petrolera, del 0,42%. Los recortes llegaron a ser más altos al inicio de la sesión (3,91% y 1,66%, respectivamente). El Ibex sumó el 0,3%.
Javier Barrio, de BPI, cree que Gas Natural se vio más desfavorecida por su dependencia con Argelia. 'Es el principal suministrador de gas para España y se trata de un país imprevisible en sus actuaciones', comenta.
La mayoría de los analistas consideró la noticia como negativa, aunque tienen una visión limitada sobre el impacto que pudiera tener en las dos compañías. 'A corto plazo se podrán ver penalizadas en Bolsa. Era un proyecto con una inversión importante, de unos 5.200 millones, de los que Repsol y Gas Natural habían aportado sólo 326 millones; por eso el castigo no puede ir más allá en el tiempo', explica Julián Coca, gestor de Inversis. 'Los flujos de capital no verían la luz hasta 2010', añade.
Desde Inverseguros señalan que lo más importante de la ruptura del acuerdo es que supone 'recortar el perfil de crecimiento de ambas empresas'. Esta firma tiene la recomendación de vender para ambos valores, al igual que Citigroup, que emitió ayer dos informes en los que muestra mayor preocupación por otra series de factores que conciernen a ambas. Con respecto a Gas Natural, el banco comenta que 'la evolución de las acciones parece incierta por su dificultad estratégica para la producción y exploración de gas, la debilidad de los precios energéticos en España y la complejidad actual para fusiones y adquisiciones'. Sobre Repsol, Citigroup cita los riesgos procedentes de Latinoamérica 'que tienen pocos visos de amainar, así como la incierta venta de YPF.