Una frivolidad fiscal
Hay un consenso generalizado sobre el impulso que han ejercido las deducciones fiscales sobre los desorbitados precios de la vivienda. De hecho, todos los organismos nacionales e internacionales sensatos han pedido reiteradas veces su eliminación para relajar la demanda. Incluso el PSOE planteó en la oposición su sustitución por otro tipo de ayuda, y el PP congeló, cuando gobernaba, sus cuantías anuales. Pero ahora, de nuevo en la oposición, anuncia un plan para desfiscalizar la compra de vivienda sin eliminar las deducciones, lo que puede convertirse en una forma de echar más gasolina al fuego y alimentar una trepidante espiral de precios y endeudamiento.
Amén del coste fiscal para las arcas públicas, que se sumaría a una reforma fiscal que el propio Partido Popular cifra en cerca de 20.000 millones de euros, la propuesta lanzada por Mariano Rajoy no puede catalogarse más que de frivolidad fiscal fuera de lugar, por muy pertinente que parezca en términos electorales.