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Ayudas europeas

Los puentes de Europa del Este llevan firma española

Un grupo de ingenieros españoles ha comenzado a trabajar en la construcción del puente de dos kilómetros sobre el Danubio que unirá la ciudad búlgara de Vidin con la rumana, Calafat, según informa hoy el diario Financial Times. Desde que España entró a formar parte de la UE en 1986 ha recibido más de 90.000 millones de euros en ayudas para construir infraestructuras. Por eso este puente se ha convertido en símbolo de lo que España puede enseñar a los nuevos estados miembros sobre cómo aprovechar los fondos de la UE y modernizar con ellos sus economías.

El grupo de construcción e infraestructuras FCC se adjudicó el pasado mes de enero un contrato valorado en 116 millones de euros, que estará parcialmente financiado por la Unión Europea. La compañía que controla Esther Koplowitz presentó la mejor oferta en un concurso en que competía con otros grupos alemanes y franceses.

No es un caso aislado. Varios grupos españoles se han especializado en proyectos de grandes infraestructuras gracias a 20 años de "generoso" apoyo europeo. Enlaces de trenes de alta velocidad, presas, puentes, parques eólicos, sistemas de alcantarillado y 11.000 kilómetros de carreteras, son el resultado de la ayuda económica aportada por la UE.

Esa ayuda ha dejado de orientarse a España y se ha desplazado, según el rotativo, a países de Europa central y del Este. El papel de España consiste en enseñarles cómo sacarle el mayor partido a esos fondos. "Cuando viajo al Este de Europa, y veo la enorme necesidad de proyectos de infraestructura, me recuerda dónde estaba España hace 20 años", ha señalado al diario José Mayor Oreja, presidente de FCC.

De aprendices a maestras

Las compañías españolas afrontan este reto en dos direcciones, según indica Financial Times. Algunas de ellas han establecido una base en estas regiones a través de la compra de grupos de construcción locales. El conglomerado de infraestructuras Ferrovial fue pionero al hacerse con el control de Budimex, la mayor constructora cotizada de Polonia, en el año 2000. Por su parte, FCC adquirió Alpine, una constructora australiana con numerosos negocios en Europa del Este, hace cuatro años.

La inversión directa de España en esta región se ha incrementado con la entrada de nuevos estados miembros a la UE en 2004. Ferrovial controla activos en Polonia por valor de 1.200 millones de euros. Por su parte, la multinacional Telefónica compró Cesky Telecom, operadora de la República Checa, en 2005. Los españoles han invertido 3.500 millones de euros en Hungría desde 2004.

En Polonia, donde Ferrovial ha completado una terminal del aeropuerto de Varsovia por 200 millones de euros, los grupos españoles están preocupados por lo que consideran una falta de planes futuros. Está previsto que el país reciba 67.000 millones de euros entre 2007 y 2013, aunque el gobierno polaco aún tiene que publicar un plan que exponga sus prioridades de infraestructuras para el periodo.

Por otra parte, los ejecutivos españoles esperan que Varsovia supere su desconfianza en torno a las concesiones de infraestructuras, un área en la que las compañías españolas acumulan una experiencia considerable.

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