Bali se queda sin alcohol
Los hoteles y restaurantes de la isla de Bali, principal destino turístico de Indonesia, sufren una grave escasez de bebidas alcohólicas por un problema de importación, justo cuando la temporada turística se halla en su punto más alto. Los proveedores se han quedado sin existencias, sobre todo de vinos, después de que la Policía suspendiera las actividades de la agencia gubernamental encargada de importar bebidas para la restauración, la Indonesian Trading Company (ITC), por supuestas "irregularidades" en sus actividades.
Según han informado los medios locales, el problema comenzó a finales del año pasado, cuando se detectó que la ITC facturaba mucho menos alcohol del que realmente importaba y, posteriormente, se encontraron en la isla de Bali cerca de 60.000 botellas de bebidas alcohólicas sin la pegatina legal de importación o con distintivos falsos.
"Hace ya varias semanas que no podemos comprar, sobre todo bebidas alcohólicas internacionales", ha dicho Juan Antonio Sánchez, director del hotel Meliá Bali. "Nosotros todavía tenemos ''stock'' y sólo nos hemos quedado sin tequila y una marca de ron, pero por el momento podemos salvar la situación con alcohol indonesio", ha agregado. Sánchez ha indicado que "ahora la preocupación de todos los hoteleros es la misma, cada vez nos queda menos mercancía y tenemos Bali lleno al cien por cien".
Jorge Monge, tesorero de la Asociación de Hoteleros y director del Meliá Benoa, ha confirmado que "Bali está repleta, no es el mejor momento para este tipo de publicidad negativa". La paradisíaca isla se recupera del descenso en el turismo tras los atentados terroristas del 2002 y el 2005, y Monge ha precisado que, aunque este año ha aumentado el número de turistas, ha disminuido la duración de las estancias y también el consumo medio, "así que queda mucho por hacer", ha sentenciado.
Además, la prohibición de la UE a las aerolíneas indonesias de entrar en su espacio aéreo y la recomendación del Gobierno australiano de no viajar a Indonesia por el riesgo de ataques terroristas también han extendido el miedo entre los posibles viajeros.