La Fed mantiene tipos con el foco en la inflación
Tal y como preveía la mayoría de los analistas, la Reserva Federal mantuvo ayer los tipos de interés de referencia en Estados Unidos en el 5,25%, nivel en el que llevan instalados algo más de un año. En un comunicado posterior a su reunión de ayer, el Comité Federal de Mercado Abierto (órgano ejecutivo de la Fed) reconoció que el crecimiento en la primera mitad del año ha sido moderado, al tiempo que constató la 'volatilidad reciente de los mercados financieros', el endurecimiento de las condiciones de crédito para 'algunos hogares y empresas', y la 'permanencia de la corrección en la vivienda'. Sin embargo, sostiene que es probable que la economía mantenga una expansión moderada en los próximos trimestres, gracias al 'sólido incremento del empleo' y la 'robustez' de la economía global.
Al mismo tiempo, aunque los datos sobre la inflación 'han mejorado modestamente', la Fed teme que el alto nivel de utilización de la capacidad productiva siga presionando al alza los precios. Así, aunque se han incrementado los riesgos a la baja para el crecimiento, la principal preocupación de la Fed sigue siendo la inflación, de forma que, de momento, la estimuladora subida de tipos tendrá que esperar. El comunicado no descarta próximos movimientos al alza, 'en función de los nuevos datos disponibles sobre la inflación y el crecimiento económico.
La mayor potencia económica mundial vivió entre 2004 y 2006 una escalada que llevó los tipos de interés a multiplicarse por cinco, aunque la tendencia está cambiando. La apuesta de los mercados apunta a una subida para este otoño. Los futuros de la Fed indican que los agentes otorgan un 84% de probabilidad a que se produzca un recorte de un cuarto de punto en octubre, que dejaría el precio del dinero en el 5%. De ser así, los tipos de interés en Estados Unidos y Europa volverían a trazar sentidos inversos, porque todo indica que el Banco Central Europeo elevará los de la zona euro hasta el 4,25% en septiembre.
El mercado inmobiliario preocupa
La principal amenaza para el crecimiento económico estadounidense, que ya se ha dejado sentir en el primer semestre, proviene del mercado inmobiliario, sumido en una crisis cuyas consecuencias últimas todavía no son conocidas. El secretario (equivalente a ministro) del Tesoro, Henry Paulson, ha asegurado hace pocos días que la actividad podrá capear sin problemas la crisis, pero ayer mismo la Fed de Ben Bernanke reconocía que la corrección en el mercado de la vivienda 'permanece', con la amenaza que eso conlleva para el consumo.