Prudencia con los depósitos
El Banco de España ha comunicado a las cajas de ahorros que tendrán que aumentar su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el instrumento que tiene como misión garantizar a los clientes la restitución de su ahorro cuando una entidad de crédito entra en crisis. En los últimos meses, en que bancos y cajas de ahorros han optado por pisar el freno en la concesión de hipotecas para reducir riesgo, los depósitos se han convertido en el principal campo de batalla comercial para las entidades, con agresivas campañas que han permitido captar un volumen creciente de ahorro. Esta estrategia les está sirviendo para equilibrar los balances y aumentar la liquidez, después de muchos años en los que el imparable ritmo de los créditos superaba con creces el ritmo de aumento de los recursos. Pero el fuerte tirón de los depósitos que atesoran hace temer por la cobertura a los clientes, en el muy hipotético caso de que las entidades afrontaran algún problema.
Desde hace un lustro las cajas aportan a su FGD el 0,4 por mil de los depósitos en balance que captan, con un patrimonio acumulado de 3.120 millones de euros, mientras que los bancos aportan el 0,6%, con un patrimonio de 2.111,4 millones. El Fondo de las cajas representa una cobertura del 0,74% de los depositos existentes, frente al 0,78% que cubren los bancos. Y sin embargo, las cajas aventajan ya a sus competidores en cuanto a la cuota de mercado de depósitos. Ese tirón en el volumen de recursos de las cajas explica que el Banco de España vuelva a hacer gala de su prudencia y les pida una cuantía mayor que iguale, al menos, a la de los bancos. Es cierto que las cajas pueden presumir de no haber tenido que recurrir nunca al FGD, desde su creación en 1982. Pero parece lógico que el supervisor les pida un esfuerzo mayor para mejorar los niveles de cobertura. El sistema financiero español en su conjunto es un referente internacional de solvencia y rentabilidad. Es de agradecer que el Banco de España trate de que lo sea también en cuanto a garantías de los depositantes.