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Mercados

Los mercados, sumidos en la volatilidad

Agosto arranca como terminó julio. Con nerviosismo en los mercados. Los últimos episodios de la crisis hipotecaria en EE UU siguen marcando la actualidad, y ayer mandaba el miedo a una contracción del crédito que afecte al crecimiento económico. El Ibex llegó a perder el 2,4% en el peor momento para prácticamente borrar la caída y cerrar después un 1,4% a la baja.

La subida del 2,03% que registró el Ibex la última sesión de julio resultó un espejismo. El mercado sigue muy pendiente de la crisis hipotecaria en Estados Unidos y mira con recelo a todos aquellos activos que impliquen riesgo. En este contexto, las ventas regresaron con fuerza al mercado y el Ibex cayó el 1,4% ayer dejando constancia del nerviosismo de los inversores.

El temor a una contracción del crédito que complique la financiación empresarial y suponga un freno al crecimiento económico volvió a guiar las decisiones de un mercado muy nervioso. El Ibex, en un primer momento, llegó a perder un 2,4%, y logró remontar prácticamente todo, pero la tregua resultó muy efímera. Concluyó con una caída del 1,4% que situó el índice en los 14.595,7 puntos, lo que implica un retroceso del 5,8% desde el máximo histórico de junio.

La repentina aversión al riesgo de las últimas semanas se siguió reflejando en los diferenciales de rendimiento de la deuda empresarial de 100 puntos básicos, según muestra el índice Itraxx. No obstante, ayer se revirtió ligeramente la tendencia y la deuda empresarial mejoró mientras la rentabilidad del bono a español 10 años subió al 4,467%.

La banca fue de nuevo el principal lastre de la Bolsa. El sector se ha visto arrastrado por los problemas de entidades como Macquarie o Bear Stearns con activos ligados a hipotecas de alto riesgo. En España, los retrocesos de pesos pesados como Santander (-2,3%) y BBVA (-1,7%) resultaron determinantes. Las pérdidas, en todo caso, afectaron al mercado en su conjunto y tan sólo NH Hoteles (+0,58%) y Sacyr (+0,38%) se salvaron de la criba.

En el resto de Europa la tónica fue similar y las caídas oscilaron entre el 1,45% del Dax y el 2,03% de la Bolsa italiana. En Wall Street, los inversores se animaron con el descenso del petróleo West Texas, que cayó al cierre un 2,15%, hasta los 76,53 dólares, tras haber tocado un máximo histórico en 78,77 dólares en la sesión. También ayudó el secretario del Tesoro de EE UU, Henry Paulson, que aseguró que la economía puede soportar las pérdidas derivadas de las hipotecas de alto riesgo. Así, el Dow Jones subió al cierre un 1,14%; el Nasdaq, un 0,3%; y el S&P 500, un 0,72%.

Endeudamiento excesivo

Entre los inversores crece día a día la percepción de que el mercado necesita tiempo para digerir la última avalancha de operaciones empresariales liderada por fondos de capital riesgo y las implicaciones que implica el apalancamiento detrás de muchas de estas operaciones.

Los expertos, pese a todo, llaman a la calma. 'Consideramos que el mercado está reaccionando a los titulares y no está considerando el hecho de que hasta el momento la economía global está en forma, los resultados empresariales son robustos, los impagos siguen en niveles históricos mínimos y la menor dependencia de la economía global de EE UU', resumen desde Schroders.

No obstante, el previsible incremento del coste del crédito hace a muchas casas comenzar a plantearse si los movimientos empresariales, uno de los principales motores del mercado este ejercicio, continuará con la misma fuerza registrada hasta la fecha.

'Las nuevas condiciones de crédito más restrictivas pueden impedir al capital riesgo de realizar ofertas muy agresivas aunque no debería impactar fusiones donde las sinergias son factibles', explica Sarha Arkle, ejecutiva jefe de inversión de Threadneedle Investment. 'El riesgo para la renta variable ha aumentado pero las valoraciones no son exigentes y las empresas están menos apalancadas que la última vez que alcanzaron estos niveles actuales', añade esta experta.

La volatilidad se dispara

La volatilidad se dispara. A un día de fuertes ganancias sucede otro de importantes pérdidas, una tónica que ha dominado la trayectoria de las Bolsas este ejercicio y que ha alcanzado su máxima expresión en las últimas sesiones, coincidiendo con el nerviosismo generado por el temor a una contracción del crédito y un petróleo en zona de máximos.Los expertos ya auguraron el pasado diciembre que se avecinaba un año de fuertes altibajos y los pronósticos se están cumpliendo. La época estival, además, provoca que las oscilaciones del mercado se vean aún más pronunciadas ante la ausencia de algunos inversores y los menores volúmenes de negociación. Factores, todos, que explican que la volatilidad implícita del Euro Stoxx se haya situado en el entorno del 27%, cifra que no se veía desde marzo de 2004. En junio de 2006, coincidiendo con el fuerte recorte de los mercados por los temores a una desaceleración brusca en EE UU, la volatilidad llegó a superar niveles del 26% pero no llegó a alcanzar la cotas actuales.Los expertos auguran que los mercados seguirán muy volátiles este verano y extremadamente sensibles a las noticias negativas. El impacto de la crisis hipotecaria en la economía mundial aún está por ver y de momento el problema es financiero. Los expertos prevén, eso sí, una mayor sensibilidad de los inversores al riesgo y una huida hacia los valores más sólidos y de mayor calidad.En el lado positivo, no obstante, las Bolsas aún cuentan con los resultados empresariales y unas valoraciones aún atractivas.

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