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Motor

Cerrado por vacaciones

GM para al completo por primera vez en 25 años la actividad de la planta para asegurar el récord de producción.

La planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) cerró el pasado viernes sus puertas y dio vacaciones de forma simultánea a sus 8.000 empleados (y los cerca de 9.000 de sus industrias auxiliares) por vez primera en 25 años de historia. Estas innovadoras vacaciones colectivas, que han supuesto una reconversión de las denominadas vacaciones flotantes, es fruto del acuerdo entre empresa y trabajadores para adaptarse a la fabricación simultánea de tres modelos (Corsa, Meriva y Combo). Esta asignación convirtió a la planta aragonesa en la de mayor volumen de producción de las de la multinacional estadounidense.

En lo que va de año, Figueruelas ha producido 300.000 vehículos y el volumen diario alcanza ya los 2.030 coches. Pero, según informaciones contrastadas por Cinco Días, la previsión efectuada por la empresa sobre el año natural entre mayo de este año y mayo de 2008 alcanza un volumen de 498.825 vehículos, lo que supone elevar en 15.000 las previsiones efectuadas tan sólo hace tres meses. A ello ha contribuido el incremento de un 50% en las ventas del Corsa, desde que el nuevo modelo saliera de Figueruelas el 31 de julio de 2006.

Los trabajadores de la fábrica zaragozana han debido trabajar los sábados -situación impensable hace tres años- para hacer frente al aumento de la demanda. Y, sobre todo, para cubrir el nivel de exigencia que supone una fábrica que produce actualmente más del 25% de los coches del total de la multinacional norteamericana en Europa. Una producción, además, diversificada, ya que, en ranking diario, se incluyen 1.130 corsas, 600 merivas y 300 unidades de la furgoneta Combo. Para llegar a esta situación, GM ha destinado a la planta aragonesa 1.600 millones de euros en los últimos años. Una inversión que ha cambiado la estructura de la fábrica, para convertirla en una de las tecnológicamente más avanzadas de todo el mundo y en el líder indiscutible de la red de la multinacional automovilística.

Además de cumplir las previsiones sobre producción que, en julio de 2006, adelantó y exigió en Zaragoza el presidente de la compañía, Richard Wagoner, Figueruelas ha contribuido decisivamente, con unos beneficios de 18,5 millones de euros, a mejorar el balance económico de la multinacional en Europa. Los directivos de GM consideran hoy al Corsa, que es una de las piezas clave en la recuperación de las ventas mundiales del grupo automovilístico, como 'el coche de Zaragoza'.

Exigencias

Sin embargo, ser la primera fábrica de GM tiene la contrapartida de unas exigencias muy superiores a la media. El alto volumen productivo de la planta y la necesidad ineludible de su rentabilidad económica está forzando el creciente recurso a las externalizaciones. Wagoner ha expresado reiteradamente su opinión de que 'las grandes fábricas deben concentrarse en la producción final de vehículos, que es para lo que han sido concebidas y también lo que mejor sabemos hacer los fabricantes de automóviles'. De ahí que la fábrica de Figueruelas recurra, cada vez más, a la subcontratación para entregar a otras empresas la responsabilidad de trabajos ajenos a su función principal.

La externalización de actividades no es algo nuevo en Figueruelas. Pedro Bona, portavoz de UGT, recuerda que 'la planta realizó su primera subcontratación, la de informática, ya en 1983, apenas un año después de su instalación en Zaragoza'. De entonces acá, GM ha externalizado cerca de 2.000 trabajadores. La gama de condiciones laborales ha sido bastante amplia, circunstancia que provoca el recelo de los representantes de los trabajadores cada vez que se anuncia una operación de este tipo.

En la reciente reunión del Comité Europeo de General Motors, los delegados laborales expusieron la 'urgente necesidad' de llegar a un compromiso que implicase la creación de una especie de 'escenario marco' para garantizar unas condiciones salariales y de trabajo similares a todos los afectados por las subcontrataciones. Un planteamiento que, de entrada, chocó con la postura de la multinacional, que considera que cada fábrica es diferente y, por ello, también sus necesidades y recursos. No obstante, ambas partes se muestran partidarias de negociar para tratar de lograr un acuerdo de mínimos en septiembre.

Ha sido la fábrica de Bochum (Alemania) la primera en gestionar un acuerdo de externalización que, en el resto de plantas, se considera muy satisfactorio. La garantía de retorno (posibilidad de que el trabajador externalizado se reincorpore a la empresa matriz, si la subcontratada cesa en su actividad) se establece en 10 años, cuando las condiciones de la mayoría de las plantas fijan el retorno alrededor de los tres años.

Veolia incorporará 227 trabajadores de GM

El grupo francés Veolia, a través de su filial Dalkia, incorporará a los 227 trabajadores de las divisiones de mantenimiento del taller central, energía y aguas de la fábrica de GM en Figueruelas. La plantilla realizó la pasada semana una multitudinaria manifestación para expresar a la multinacional su malestar por la forma en que esta subcontratación se está tramitando y advertir que los trabajadores afectados contarán con su plena solidaridad. La empresa ha mostrado su disposición a negociar el problema, advirtiendo que las externalizaciones de actividades no básicas resultan imprescindibles para garantizar la competitividad en el mercado. Los representantes laborales de la multinacional en el Comité Europeo pretenden que el acuerdo marco fije un retorno de 10 años, como el gestionado en la planta alemana de Bochum.

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