El temor a una crisis crediticia golpea a las Bolsas mundiales
Día negro para el mercado. Wall Street padeció ayer los mayores recortes desde febrero en una caída que se fue acelerando segun pasaban los minutos y que concluyó con descensos del 2,33% en el S&P 500, del 1,84% en el Nasdaq y del 2,26% en el Dow.
Confusión de confusiones. Así tituló el español José de la Vega el primer libro conocido que trata de Bolsa. Publicado en Ámsterdam en 1688, 320 años después el encabezamiento mantiene su vigencia. Las Bolsas vivieron ayer una desbandada en masa de inversores, que corrieron a refugiarse en activos de bajo riesgo. El precio del bund alemán a 10 años, subió un 1,8%, mientras el Euro Stoxx 50 cedía un 2,48%; Londres, un 3,15%; París, un 2,78% y Fráncfort, un 2,39%. El Ibex, arrastrado por Santander (-2,88%), Telefónica (-2,59%) y BBVA (-3%), perdió un 2,66% y cerró en 14.540,4 puntos, el nivel más bajo desde mayo. El pinchazo fue el más abultado desde que en abril Astroc arrastrase a las inmobiliarias.
'La Bolsa siempre tiende a sobrerreaccionar y el castigo ha podido ser alarmista, pero es claro que hay una mayor percepción de riesgo, que está incrementando las primas exigidas', expone Luis Rose, de Inverseguros.
El origen de esta bola de nieve está en la crisis de las famosas hipotecas subprime, o de alto riesgo, donde se ha detectado un creciente nivel de impago. Esto genera una mayor percepción de riesgo en activos de baja calidad, contrayendo el mercado de crédito. Los inversores se vuelven más exigentes y, al pedir más dinero, dificultan la financiación de un tejido empresarial muy endeudado.
Los inversores se refugiaron en activos de menor riesgo como los bonos
El mercado no ha respaldado la deuda de Chrysler y la inglesa Alliance Boots
'El salto en los diferenciales de deuda se ha producido por un reajuste del precio del riesgo y por una sobreoferta de créditos', explicaba ayer Goldman Sachs, que calcula en más de 300.000 millones los créditos concedidos al capital riesgo en Europa y EE UU. El banco cree que el mercado ha exagerado la respuesta, pero prevé que la volatilidad persista. Algo parecido dijo a cierre de mercado el secretario del Tesoro, Henry Paulson: 'El riesgo está siendo reevaluado por los agentes del mercado y mientras esto se mantenga, tendremos volatilidad muy alta'.
La caída a plomo de Wall Street se contagió a América Latina, donde el Bovespa de Brasil y el Mexbol mexicano llegaron a perder entre el 4% y el 5%. La caída de las compras de viviendas y de órdenes de bienes duraderos agravaron la situación. Y Exxon Mobil, la mayor compañía del mundo por capitalización, publicó unos resultados peor de lo esperado y cayó más del 5%, o 20.000 millones de valor en Bolsa.
El Dow cedió el 2,26%, el Nasdaq el 1,84% y el S&P 500 el 2,33%. Por momentos Wall Street rozó la que habría sido la mayor caída desde 2002.
Así, el foco del mercado está ahora en un temor a una crisis global de crédito. La fiebre de fusiones que ha servido de estímulo a la renta variable durante los últimos años, posible gracias a operaciones fuertemente apalancadas, facilitadas por el bajo nivel de los tipos de interés.
Los riesgos en los que ha derivado esta dinámica compradora se están evidenciando ahora en los problemas para financiar en el mercado la compra de la automovilística Chrysler y la distribuidora británica Alliance Boots.
En Reino Unido, los ocho bancos que participan en la colocación de 9.000 millones de libras (13.425 millones de euros) en deuda de Alliance Boots, han tenido que renunciar a la venta de bonos senior por 5.000 millones de libras y sólo han podido colocar 1.750 millones con una prima de riesgo muy superior. En EE UU, la venta de venta de títulos vinculados a Chrysler por valor de 12.500 millones de dólares (9.124 millones de euros) ha tenido que ser pospuesta, ante las fuertes exigencias del mercado.
El efecto de la financiación en divisas
El recurso a la financiación en divisas para aprovechar los diferenciales de tipos de interés entre distintas monedas se está convirtiendo en un elemento desestabilizador de ese mercado, con repercusiones en la renta variable. 'Las estructuras de financiación en divisas aplicadas por hedge funds y empresas de capital riesgo están sacudiendo a todo el mercado', constata Alejandro Babío, de Fineco.El euro ha marcado máximos históricos recientemente y se mantuvo ayer por encima de 1,375 dólares, acumulando una apreciación del 9% desde octubre. Los bajos tipos de interés de Japón (o,5%), han hecho del yen pasto de especuladores. La moneda nipona se ha apreciado casi un 5% en las últimas tres semanas, sin que medien noticias que sirvan de argumento para una volatilidad tan elevada del yen.Los expertos advierten que los desórdenes del mercado de divisas persistirán en los próximos meses, ya que se trata de una cuestión de fundamentos económicos, sino de operaciones de carácter técnico, que puedan arrastrar con muchas más fuerza al mercado.
Castigo general para los pesos pesados del selectivo y para la banca
Repsol. El beneficio neto ajustado de la petrolera sufrió un descenso del 6,8%, cayendo a las cifras más bajas desde 2005. La compañía no está beneficiando de los altos precios del petróleo y los inversores están haciendo pagar en Bolsa las malas cifras. Las acciones retrocedieron un 4,26%. De entre los cinco mayores valores del Ibex, la petrolera es la que más sufrió. Los títulos concluyeron a 26,96 euros, el precio más bajo desde mediados de junio. Santander. La entidad presidida por Emilio Botín presentó ayer unos resultados excelentes, con un crecimiento del beneficio neto del 55%. 'Los resultados son magníficos, con mejorías claras en los ratios de eficiencia y morosidad', afirma Ernesto Akerman, analista de GVC Valores. Para el mercado, sin embargo, lo importante es la incertidumbre que rodea a la opa sobre ABN Amro. El banco terminó cediendo un 2,88%. Telefónica. La operadora se vio arrastrada por el sentimiento negativo que imperó en toda la Bolsa. El sector de las telecos, una industria caracterizada por su elevado endeudamiento, sufrió una pérdida media del 3,54%. La compañía española se dejó un 2,59%. BBVA. La entidad finalizó con la mayor penalización dentro del sector bancario, del 3%. El recorte se produce una jornada después de la presentación de los resultados que han resultado del agrado de las firmas de inversión. Algunas han elevado el precio objetivo. Acciona. La constructora capitaneó los descensos en un día nefasto para el sector. Perdió el 4,37%. Otras compañías que cotizan en el Ibex como Ferrovial, FCC, Sacyr Vallehermoso y ACS recortaron el 3,59%, 3,17%, 2,90% y 2,14%. La inmobiliaria Colonial cedió el 1%. BME. Bolsas y Mercados Españoles (BME) finalizó entre las peores al bajar el 4,22%. Hoy presenta resultados y los analistas esperan unas cifras positivas debido en gran parte al incremento del volumen de negocio. Comenzó a cotizar en el Ibex a principios de julio, y en el mes ya pierde el 10,2%.