La francesa Areva gana la prospección de uranio en Libia
'Dije que volvería cuando el problema de las enfermeras búlgaras se solucionara. Mejor venir después que antes'. Apenas 24 horas después de la liberación de las enfermeras búlgaras, el martes, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, volvió a desplegar la escalerilla del avión presidencial, el miércoles, para hacer una visita oficial al general Gadafi. El objetivo, 'hacer avanzar las relaciones con Trípoli'.
Una vez reconocido que de no haber finalizado con éxito la liberación de las enfermeras búlgaras, el viaje nunca se habría realizado, el pragmatismo del dirigente galo se impuso de nuevo. Ambos países firmaron un 'memorándum sobre cooperación en el ámbito de aplicaciones pacíficas de energía nuclear'. En concreto, Francia dará a Libia acceso a su tecnología para instalar un reactor nuclear de uso civil, cuatro años después de que el país renunciara a dotarse del arma nuclear.
La nueva central, que fabricará agua potable para desalinizar el agua de mar, se construirá en los alrededores de Trípoli, y estará operativa en cinco o seis años.
La compañía líder en energía nuclear, la francesa y estatal Areva, fue la gran ganadora de la jornada diplomática. No sólo pudo concluir este primer proyecto, para el que personal de la firma se desplazó hace un mes, sino que, además, Libia ofrecerá su suelo, rico en uranio, favoreciendo los intereses franceses. 'Areva necesita uranio', espetó Sarkozy. Y la compañía gala tendrá acceso nada menos que a 1.600 toneladas. Ambos países han llegado a un acuerdo de prospección en el sur del país. Tras el paso de Sarkozy, Reino Unido y EE UU ya han hecho saber que también viajarán a Libia, con el mismo objetivo, 'hacer progresar las relaciones bilaterales'.
Otras voces en la UE reclaman dar más tiempo a Libia para confirmar el respeto de los derechos humanos y no comprometer las exigencias europeas en este sentido.
Expulsado el director en Níger
El director general de Areva en Níger, Dominique Pin, ha sido expulsado de este país, según confirmó la compañía, por 'dañar los intereses de Níger'. El Gobierno de este país acusa a la compañía de haber mantenido contactos con el grupo rebelde Movimiento de Nigerianos por la Justicia. En concreto, Areva habría financiado a las fuerzas nacionales de intervención y de seguridad para proteger el centro de prospección de uranio, al norte del país.