Ford espera el 'apoyo público' para invertir en Valencia
Adjudicará trabajo a la factoría cuando conozca la implicación del Gobierno y la Generalitat
Ford esperará hasta conocer 'el apoyo de las autoridades nacionales y regionales' para anunciar nuevas inversiones en la factoría de Almussafes (Valencia). El presidente de Ford Europa, John Fleming, se reunió ayer en Colonia, base de la compañía en el continente, con representantes de UGT en la planta para seguir negociando la adjudicación de nuevos modelos.
A pesar de que hace un par de semanas se aseguró que el anuncio de las inversiones se realizaría antes de las vacaciones , que empiezan la semana que viene, la decisión se posterga a septiembre.
Hay dos claves en ese aplazamiento. Por un lado, Ford espera ayudas estatales que, como en otras ocasiones, tendrán que otorgarse de forma que no incumplan la normativa europea de subvenciones a empresas. El ministro de Industria, Joan Clos, estuvo hace unos meses en Almussafes y prometió su apoyo, aunque reclamó de la multinacional que aclarase el proyecto de futuro para la planta. En la mente del sector permanece el caso de Delphi en Cádiz.
La segunda de las condiciones afecta a los trabajadores. La multinacional reclama una mayor productividad. El secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino, apuntó ayer que el sindicato, mayoritario en la factoría, está dispuesto a hablar de mayor flexibilidad, 'pero en ningún caso aceptaremos rebajas en los salarios ni crecimientos por debajo del IPC como ha planteado Ford'.
Pese a los escollos, las dos partes se mostraron ayer satisfechas por el avance, pese a que éstas no fructifiquen hasta pasado el verano. La meta será la adjudicación de modelos que completen la carga que se perderá tras la marcha del Mazda2 y el futuro cese de producción del Ka y el Fiesta.
La intención de los sindicatos es que se designe a Almussafes como productora de vehículos de gama superior a los que hasta la fecha ha fabricado. Almussafes es, cada vez más, una planta demasiado cara para montar coches pequeños, gama que se desplaza hacia Europa del Este. La inversión que se baraja para la planta valenciana superará los 500 millones de euros.