Avalancha de riesgo 'subprime'
Resulta impredecible saber con exactitud cuál será el impacto de la crisis de las hipotecas de alto riesgo sobre la economía de Estados Unidos y sobre los mercados financieros en su conjunto. Al menos, ni los bancos centrales ni los organismos internacionales han precisado el alcance de la morosidad, que está aumentando en este segmento hipotecario de baja calidad y alto riesgo de impago.
Esta es, de hecho, una de las grandes incógnitas que planean sobre la economía estadounidense y que, en un momento dado, puede inclinar la balanza del crecimiento hacia el terreno de la recesión. Aunque este no parece el escenario que manejan los economistas.
Los próximos meses van a ser clarificadores en cuanto a la capacidad del sistema para absorber esta crisis. Está previsto que más de dos millones de hipotecas subprime se ajusten a los tipos de interés reales, tras un periodo inicial de la vida del crédito de cuota fija. Es decir, que más de dos millones de estadounidenses van a ver incrementada su cuota significativamente una vez que el tipo de interés fijo al que suscribieron el crédito hace dos o tres años refleje la subida del precio del dinero.
Esta situación no sería un problema si el precio de la vivienda hubiera seguido subiendo. Porque en caso de apuro el hipotecado podía vender el inmueble y cancelar el crédito, y aún le sobraba dinero. Pero los precios se han estancado e incluso caen en algunas zonas de Estados Unidos, y es ahí, cuando el crédito supera el valor de la casa, cuando sobreviene la crisis.
La Asociación de Entidades Hipotecarias de Estados Unidos prevé problemas para unas 600.000 familias. La mitad, afirma, podría perder su vivienda.
Es momento, por tanto, de comprobar si la economía de EE UU es capaz de asumir los excesos provocados por el exceso, a su vez, de liquidez. Y si hay tormenta en Nueva York, ya podemos todos ponernos a cubierto.