Anas Sefrioui, nuevo socio de Martinsa
Anas Sefrioui, dueño de Addoha, hizo fortuna promoviendo viviendas sociales
El nuevo socio de Fernando Martín en Marruecos, Anas Sefrioui amasó una fortuna gracias a una certera deducción: Marruecos necesitaba viviendas sociales a bajo precio, y alguien tendría que venderlas.
Así, cuando todos apostaban por los palacetes de lujo para extranjeros en Marraquech y en la costa magrebí, la empresa de Sefrioui se concentró en un segmento de márgenes muy estrechos, pero con una demanda inabarcable que supera todos los años a la oferta. Esa ha sido la clave del éxito de Addoha, la primera inmobiliaria del reino alauí, y de su presidente, que gracias a la salida a bolsa del 35% del capital de su empresa, dispone de la cartera de acciones más envidiada de Marruecos. Si hoy vendiese el casi 62% que mantiene bajo el brazo a precio de mercado, recaudaría unos 2.100 millones de euros, cifra poco habitual en la esfera empresarial de un país cuyo PIB per cápita no supera los 1.500 euros por habitante.
Hijo de una acomodada familia de la región de Fez, este hombre nacido en 1957 persigue la plusvalía desde los 17 años, cuando comenzó a trabajar en las empresas de su padre. 'Me pasaba el tiempo en la carretera, yendo y viniendo entre Casablanca, Agadir y Fez para seguir nuestra explotación minera y nuestras empresas de papel de embalaje' contó al semanario Jeune Afrique en una entrevista.
No contento con desarrollar el negocio familiar, Sefrioui diversifica en otros sectores: una empresa naval, otra de químicos y varias incursiones más, hasta que en 1995, tras una tímida primera experiencia en el sector, se lanza a la promoción inmobiliaria con la marca Addoha. Ese mismo año el Gobierno anuncia un programa masivo de construcción de vivienda social para desmantelar chabolas y Addoha vende sus primeros pisos.
Desde entonces, el grupo repitió, con la firma de varios convenios con el Estado, hasta acumular un 33% del mercado de viviendas de bajo coste en 2005. Gracias a estas ventas, que según la revista Maroc-Hebdo suponen un 81% de sus ingresos, Addoha facturó el pasado año 149 millones de euros y obtuvo un beneficio de 47 Millones. Además, las empresas que vendan 2.500 de viviendas sociales a un precio que no supere los 18.000 euros en un plazo de cinco años se benefician de una exoneración fiscal que incluye el impuesto sobre sociedades y el IVA.
Todos los servicios de construcción están subcontratados. El grupo se centra en lo que ellos afirman que marca diferencias con sus competidores: su adaptación a una clientela de modesto poder adquisitivo y poco acostumbrada a lidiar con la burocracia.
Para evitar que sus compradores se perdieran entre el papeleo, Addoha adopta la ventanilla única para todos los trámites. ¿Sus clientes no pueden acceder a un crédito? Firman un acuerdo con los principales bancos para facilitarles el acceso. El método Addoha da sus frutos el 6 de Julio de 2006, cuando la empresa sale a Bolsa en Casablanca: el precio se dispara desde los 52 euros hasta rozar los 295 euros por acción en su mejor momento (hoy vale 250). La cotización estuvo suspendida tres días debido al acuerdo con Martinsa-Fadesa.
Marruecos sigue necesitando 1,2 millones de viviendas de bajo coste, y el déficit se incrementa en 40.000 todos los años, según la propia empresa.
Martinsa y Addoha, a por el alto standing
Martinsa-Fadesa y Addoha van a transferir cuanto antes 800 hectáreas a su joint venture para emprender nuevos proyectos. El principal consejero del presidente de Addoha, Hassan Ben Bachir, anunció el pasado viernes la compra de otras 1.000 hectáreas en los próximos meses, en una entrevista con el diario marroquí L'Economiste.Los proyectos conjuntos serán 'de alto standing esencialmente para una clientela internacional' añadió Ben Bachir. Fadesa, marca del grupo que opera en Marruecos, dispone de una amplia red de oficinas comerciales en España y en Europa (Londres, Fráncfort, Dublín y Estocolmo).El acuerdo con la española es el cuarto de este tipo que firma Addoha en menos de un año, tras la firma de pactos con dos fondos de ayuda al desarrollo árabes, Somed y CMKD, para la construcción de vivienda social y la creación de una empresa conjunta con Al Qudra, uno de los más importantes grupos inmobiliarios de los Emiratos Árabes.