La UE elige a Strauss-Kahn como sustituto de Rato en el FMI
Nicolas Sarkozy logró ayer el doblete en la UE: el respaldo para su candidato a dirigir el FMI, Dominique Strauss-Kahn, y cinco años de tregua fiscal.
En una visita relámpago a la capital comunitaria, donde los asuntos suelen macerarse durante meses antes de tomar una tímida decisión, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha impuesto sin aparente esfuerzo la relajación de los objetivos fiscales que necesitaba para cumplir sus promesas electorales y la candidatura de Dominique Strauss-Kahn para sustituir a Rodrigo Rato al frente del Fondo Monetario Internacional.
Esa efectividad (dos puntos, de dos posibles) supone un mal presagio para quienes involuntariamente se han cruzado en el camino del impetuoso francés. En esa lista figuran, mal que les pese, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
A finales de año, Sarkozy quiere cerrar la muralla geopolítica que dejaría a la Turquía musulmana de Erdogan fuera de los límites de la UE. Y desde su llegada al poder hace dos meses, Sarkozy asedia la torre de marfil desde la que Trichet fija los tipos de interés. Y Sarkozy probablemente no olvida que su compatriota llegó a Fráncfort propulsado por Chirac.
Falta por ver los aliados que tienen las dos próximas piezas para resistir a tan peligroso predador. Pero de momento, ningún socio comunitario parece capaz de frenar las propuestas del sucesor de Chirac.
Ayer, los ministros de Economía de la UE (Ecofin) aceptaron respaldar a su hombre para el FMI, Dominique Strauss-Khan. Sólo 24 horas antes, la mayoría reclamaba tiempo para pronunciarse y amagaban con iniciar una procelosa negociación típicamente comunitaria. Pero Sarkozy movió los hilos telefónicos desde París para que el antiguo ministro francés de Economía, conocido por sus siglas DSK, obtuviera el beneplácito, entre otras capitales, de Berlín, Londres y Madrid.
'Agradezco calurosamente la confianza', señaló DSK, como se conoce al aspirante, desde su blog en Internet, identificando a Sarkozy y a Jean-Claude Juncker, primer ministro y ministro de Finanzas luxemburgués, como sus principales mentores. 'Es un primer paso muy importante. Ahora me volcaré en convencer a las otras partes'.
La maniobra envolvente fue tan rápida que ni siquiera el Gobierno portugués, que desde el 1 de julio preside la UE, se esperaba el acuerdo alcanzado ayer. Y sólo Polonia intentó sin éxito defender otra alternativa (el ex primer ministro polaco Marek Belka).
La intención de Sarkozy, sin embargo, no era sorprender a Lisboa ni a Varsovia sino a los países emergentes que reclaman el fin del acuerdo tácito que otorga la dirección del FMI a un europeo y la presidencia del Banco Mundial a un estadounidense.
Bruselas temía que esa reivindicación ganase fuerza si la UE, como ocurrió con Rato y con el director anterior (el alemán, Horst Köhler), tardaba semanas o meses en designar a su aspirante. La inesperada rapidez europea, equiparable a la de EE UU para buscar el relevo de Paul Wolfowitz, parece alejar por esta vez el riesgo de que Europa pierda la dirección del FMI. Strauss-Khan deberá ahora ganarse el apoyo del resto de socios del Fondo, aunque el único con poder real de veto es EE UU.
Si no hay objeciones a su nombramiento, DSK deberá rematar la reforma del FMI iniciada por Rato, con el objetivo de adaptarlo a una realidad económica muy distinta a la de 1944, año de la firma de los acuerdos de Bretton Woods de los que nació el organismo.
La probable presencia de un francés al frente del FMI coronó la presencia de Bruselas de Nicolas Sarkozy. Pero el lunes por la noche, el presidente francés ya había obtenido los parabienes de Juncker, en su calidad de presidente del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro), para sus planes fiscales. Bruselas acepta que París aplace dos años, hasta 2012, el compromiso de equilibrio fiscal. El comisario de Economía, Joaquín Almunia, aseguró ayer que la decisión 'fortalece el Pacto de Estabilidad'. Pero otros países, con Italia a la cabeza, pueden pedir pronto una tregua similar.
DSK, siglas de prestigio
Dominique Strauss-Kahn, nacido en 1949 en Neuilly-sur-Seine (el pueblo donde Sarkozy era alcalde hasta 2002) es uno de los pocos políticos que ha convertido las siglas de su nombre (DSK) en carta de presentación. Ayer firmaba con ellas el comunicado de agradecimiento a la UE por su candidatura a la dirección del FMI. Gran comunicador, europeísta convencido y socialista a la española (ha apoyado programas de privatización), fue ministro de Finanzas del Gobierno de Lionel Jospin entre 1997 y 1999. Un escándalo de corrupción, del que fue completamente absuelto, le obligó a dimitir, aunque mantuvo intacto su prestigio, tanto en París como en Bruselas. Este año intentó ser el candidato socialista a presidente francés, pero Ségoléne Royal le derrotó.