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Tribuna
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El despegue de los operadores móviles virtuales

Un OMV (operador móvil virtual) es una entidad que alquila las infraestructuras de red de un operador inversor al que le paga un precio mayorista y revende servicios de telefonía móvil a sus clientes finales. Los OMV disponen de sus propias tarjetas SIM, numeración, registros de clientes y equipos, así como su propia interconexión con la red del operador móvil de red.

A día de hoy existen en España cuatro operadores móviles tradicionales (Movistar, Vodafone, Orange y recientemente Yoigo) que ofrecen sus servicios a usuarios finales y operadores móviles virtuales.

El 21 de diciembre de 2005 la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) presentó a la Comisión Europea un informe sobre la posición de dominancia que ejercían los tres operadores móviles existentes en ese momento (Movistar, Vodafone y Amena), y la necesidad de abrir sus redes para aumentar la competitividad en el mercado español.

Tras el respaldo, en enero de 2006, por parte de la Comisión Europea a dicho informe, se abrió la puerta a nuevos escenarios. Dicho respaldo incluye la autorización expresa a que la CMT regule las condiciones de entrada de los OMV, en el caso de no llegar a acuerdos comerciales entre las partes.

En España existen del orden de 30 operadores con licencia A2 (licencia para operar como OMV con numeración propia), y algunos más con licencia provisional. Hasta la fecha las negociaciones con los operadores tradicionales para comercializar sus servicios han sido complejas.

Los operadores móviles virtuales son, desde finales de los años noventa, una realidad en la mayor parte de Europa, donde ya duplican el número de operadores de red (casi 200). En los países escandinavos y Reino Unido, con mercados más maduros, se superan cuotas del 10%.

En mercados más maduros se han dado experiencias de OMV con mucho éxito (Virgin y Tesco, por ejemplo), y se han llegado a acuerdos beneficiosos tanto para el operador de red como para el virtual. La proliferación de estos operadores ha dado lugar a la existencia de diversos modelos de negocio, desde puros revendedores hasta operadores virtuales que gestionan su propia red. En este sentido, se diferencian claramente dos estrategias para OMV: una que consiste en actuar como competidores directos de los operadores móviles tradicionales, y otra que consiste en aliarse con ellos para competir conjuntamente con el resto.

Actualmente en España existen cuatro OMV operativos: Carrefour Móvil (el primero en ofrecer estos servicios en octubre de 2006), Happy Móvil (perteneciente a The Phone House), Lebara Mobile y Euskaltel Móvil. Existe un claro interés en las compañías del sector de la distribución ya que hay importantes sinergias con su negocio tradicional (imagen de marca establecida, amplia red de distribución, etcétera).

En los OMV españoles se ha adoptado la estrategia de operador virtual sencillo y barato (prepago, precios únicos para llamadas a fijos nacionales y móviles, SMS, tarjetas GSM…) dejando en manos de los operadores de red las inversiones tecnológicas.

A nivel europeo, los OMV se han caracterizado, entre otros aspectos, por tener un posicionamiento low cost que genera guerras de precios, y por diseñar servicios a la medida del cliente.

A la vista de los rápidos crecimientos y las rentabilidades obtenidas, el negocio de la telefonía móvil genera interés no sólo a las compañías del sector de las telecomunicaciones, sino también a otras que buscan complementar sus operaciones.

Cualquier compañía con las capacidades necesarias (por ejemplo, operadores de telecomunicaciones, empresas del sector multimedia, compañías de electricidad y suministros, o distribuidores generalistas) puede estar interesada en ser un OMV. Generalmente se persiguen ingresos adicionales sobre sus clientes existentes o complementariedad con sus productos y servicios para incrementar la fidelidad.

Los OMV son una realidad en Europa y en particular en España donde existe un mercado constituido por cuatro operadores móviles, con penetración de casi el 100%, y caracterizado por el predominio de estrategias de fidelización (ya que el churn existente es elevado) y por el desarrollo de nuevos productos y servicios.

En este marco en el que se desarrollarán los OMV es clave para su éxito que éstos busquen sinergias con sus activos y capacidades, y que apuesten por el desarrollo del negocio e inviertan para que la competencia no sólo se base en el precio.

Antonio Gálvez. Director de Desarrollo de Negocio de Matchmind

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