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CincoSentidos

Los nobles descuelgan sus obras de la National Gallery

La National Gallery de Londres presume de poseer una de las mejores colecciones del mundo -unas 2.300 obras en la exhibición permanente-, resultado de las aportaciones de particulares a lo largo de la historia. Pero el museo de Trafalgar Square podría tener que descolgar de sus paredes algunas obras maestras por los problemas económicos de sus aristócratas propietarios.

Es el caso del duque de Rutland, el vizconde de Hampden y el conde de Halifax, que han ofrecido a la National Gallery los ocho cuadros que le prestaron -de Tiziano, Rubens y Poussin- por un importe de 200 millones de libras (296 millones de euros). Los aristócratas necesitan liquidez para poder mantener sus costosas posesiones, y no dudan en sacar los cuadros al mercado si el museo no puede comprarlos.

La situación es crítica para la National Gallery, que tiene tanto interés por las obras como dificultades para adquirirlas, al tiempo que recuerda que a finales del siglo XIX varios cuadros acabaron en colecciones de Estados Unidos por culpa de los problemas financieros de la aristocracia del Reino Unido.

De todas las peticiones, la que tiene más opciones de salir adelante es la compra de cinco cuadros de tema religioso de Nicolas Poussin titulada Los Sacramentos (Eucaristía, Ordenación, Extremaunción, Confirmación y Matrimonio), que el duque de Rutland prestó al museo en 2002, cuyo valor puede llegar a los 150 millones de euros.

En la página web de la pinacoteca, figura como última adquisición, Afternoon in the Tuileries Gardens, de Adolph Menzel, conseguida gracias a la colaboración de los amigos americanos del museo y George Beaumont Group.

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