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CincoSentidos

Los cinco estrellas urbanos se rinden al 'efecto Urban'

Clásicos como Le Meridien, Villamagna y Palace se reinventan para competir

Los cinco estrellas urbanos se rinden al 'efecto Urban'
Los cinco estrellas urbanos se rinden al 'efecto Urban'Cinco Días

El atrevimiento y dinamismo de los hoteles de hoy frente al clasicismo de los de ayer. La encrucijada para el sector hotelero se está resolviendo a favor del toque moderno y los que bien podrían denominarse efecto Urban -en Madrid- o impulso Miramar -en Barcelona- están calando hasta los cimientos de los hoteles con más solera. Numerosos cinco estrellas renuevan hasta el último centímetro de moqueta, oferta gastronómica o servicios, en busca de una plaza en el carro de las tendencias. El objetivo es conseguir establecimientos donde al público le guste estar y, sobre todo, ser visto.

'El cliente de negocios empieza a decantarse por hoteles singulares en diseño, competitivos en tecnología y servicios a empresas. Eso deja fuera de juego a algunos urbanos clásicos', opina Eugenio de Andrés, socio director de la consultora Tatum. Y no son pocos los que se han dado cuenta. El hotel Colón de Sevilla, el barcelonés Le Meridien, el jerezano Montecastillo, el parador de El Saler (Valencia) y un largo etcétera han dejado paso al viento renovador.

Sin salir de Madrid, la del 31 de julio será la última noche del año para el Villamagna, uno de los clásicos de la Castellana (Madrid), gestionado por Hyatt. El hotel cierra sus puertas hasta octubre de 2008 para someterse a una profunda transformación que ocupará al arquitecto Thomas Urquijo. El proyecto implica rebajar el número de habitaciones de 182 a 151, 'incluida la suite presidencial más rompedora de Madrid', adelantan desde Hyatt. Distintas fuentes aseguran que el proyecto está valorado en unos 21 millones y que incluso se mantendrá a buena parte de la plantilla, aunque el hotel ha eludido ofrecer detalles económicos.

La experiencia dice que el gasto merece la pena y un buen ejemplo de ello se alza a un kilómetro escaso del Villamagna. En la plaza de Santa Ana, el clásico entre los clásicos Reina Victoria es hoy el primer hotel de la cadena Me by Meliá en Madrid. Su reapertura en octubre fue fruto de una metamorfosis desde la recepción al último detalle, como el servicio de préstamo de iPods: 'Hemos triplicado el ingreso por habitación respecto al antiguo Reina Victoria y esto se ha conseguido con una base de clientes totalmente nueva', asegura Alexander Hugot, director general del hotel.

Para este directivo del sector, el rococó sigue teniendo sus seguidores, pero la tendencia a tirar abajo lo añejo es imparable. Los establecimientos urbanos de Berlín y Londres han llevado la batuta, Barcelona se sumó a finales de los noventa con el concepto de hotel boutique y ahora es Madrid la plaza que dicta los cánones estéticos.

Una de las firmas con más experiencia en dar nueva vida a hoteles demodé es Gerens Management Group. Su trabajo en Le Meridien se extiende ya dos años, al ejecutarse por fases, pero también acaba de actuar en el nuevo AC Miramar o lo va a hacer en el Villamagna: 'Muchos de los hoteles más revolucionarios no se levantan en edificios emblemáticos, pero han elegido ubicaciones muy competitivas y luchan con armas como el diseño, la restauración, interiorismo... a muchos hoteles urbanos de siempre no les ha quedado más remedio que potenciar su singularidad en busca de un target determinado de público', cree Carlos Grau, director de Gerens Management en Cataluña.

Nuevas formas de venderse

Hotel museo. Por si su ubicación en el barrio Gótico de Barcelona no es atractivo suficiente, el Bagués ocupa el palacete El Regulador como hotel-museo. Sus 32 habitaciones de lujo y su piscina en la última planta serán otros alicientes para hacer noche a partir de 2008, que es cuando tiene prevista su apertura el grupo Derby Hotels.A fiesta diaria. El que pasa por ser el hotel más emblemático de la cadena Westin en España, el Palace, destila el esplendor madrileño de principios del XX, pero anda en busca de nuevos atractivos para retener a su clientela. De 7 a 9 de la tarde, el Palace se convierte en pasarela de tendencias para los cinco sentidos. Tapas, música o taichi... buscan que los clientes 'no se sientan solos cuando están lejos de casa'. La primera fiesta Unwind, celebrada el pasado 22 de junio, tuvo a Alaska como pinchadiscos.Suites a la carta. El grupo Barceló va a invertir 14 millones en transformar su hotel jerezano Montecastillo en los dos próximos años. El proyecto incluye la creación de habitaciones a la carta en las que la decoración depende del cliente.Obras sin cierre. Como sucederá en Montecastillo, el barcelonés Le Meridien ha encarado su remodelación sin dejar de operar ni un solo día y con las obras fuera de la vista del cliente (se ejecutan en zonas acotadas y en horario de 9 a 18 horas para evitar molestias). La actuación se encuentra en su última fase tras dos años de trabajo.

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