Eurocontrol se moderniza para llevar la puntualidad al minuto
El regulador europeo del tráfico aéreo abre una sala de control para acabar con los 'atascos' de aviones
A los pasajeros de avión les espera este verano en Europa un retraso medio durante el vuelo de 90 segundos. Suena baladí, sobre todo, comparado con algunas interminables esperas en los aeropuertos. Pero para los gendarmes que regulan el tráfico aéreo desde Eurocontrol supone rebasar en un 50% el exigente objetivo de un minuto que se habían fijado para 2007. Y, además, el resultado puede deteriorarse otro 25% (hasta rozar los dos minutos) si las condiciones meteorológicas o cualquier acontecimiento imprevisto trastoca una permanente operación salida que supera los 28.000 aviones por día, con más de un millón de viajeros, en total, a bordo.
Para afrontar ese frenético combate contra el minutero, Eurocontrol inauguró ayer en su sede en Bruselas una flamante Unidad Central de Gestión del Flujo Aéreo. Víctor Aguado, director general de Eurocontrol, no disimuló su orgullo ante las dos inmensas pantallas que reflejan, en tiempo real, los embotellamientos o los pasillos despejados en los cielos de 38 países europeos.
'Europa tuvo en los años sesenta el sueño de crear un cielo único europeo. Con estas instalaciones, ese sueño está un poco más cerca', señaló Aguado en una ceremonia inaugural marcada por el pasaporte español. Junto a Aguado, descubrió la placa conmemorativa el secretario de Estado de Transportes, Fernando Palao, porque España ocupa este año la presidencia rotatoria de Eurocontrol. También intervino el presidente de Iberia, Fernando Conte, en su condición de presidente de la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA).
Como representante de algunos de los principales clientes de Eurocontrol (las aerolíneas pagan los 6.000 millones de euros que factura el organismo en concepto de tasas por utilización del espacio aéreo), Conte reclamó nuevos pasos hacia la integración de los cielos europeos.
'La eficiencia de la utilización del espacio en términos económicos es todavía la mitad que en EE UU', señaló el directivo español. En el cóctel posterior, con abundante presencia de protagonistas de la industria aérea europea, Conte y Palao sellaban sus labios ante la más mínima mención a la posible venta de Iberia.
La cita parecía más proclive a mirar hacia un triste pasado. Hacia esos años recientes en que, según Palao, 'los viajes en avión se convirtieron en una pesadilla'. Hace sólo 20 años, uno de cada ocho vuelos en Europa sufría más de 15 minutos de retraso achacables a la falta de coordinación del control aéreo. En 1989, 'el año negro', lo describe Aguado, ya eran uno de cada cuatro.
Eurocontrol intervino entonces creando el embrión de una unidad central que ayer alcanzó su plenitud. Sus más de 400 empleados reciben, durante 24 horas al día, los planes de vuelo de dos centenares y medio de aerolíneas y deciden la ruta más adecuada para el trayecto. Esa coordinación ha reducido los retrasos, según Aguado, 'en un 80% a pesar de que el tráfico ha aumentado un 20%'. Para los pasajeros, esa mejora les ha ahorrado 2,5 millones de minutos de espera. Algo es algo, aunque en muchos aeropuertos los retrasos siguen midiéndose por horas.