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Desarrollo

Un soplo de esperanza para los pobres del mundo

Recorrida la mitad del plazo de los Objetivos del Milenio, la ONU considera que son realizables, aunque 'hay que intensificar los esfuerzos'.

Desde 1990, fecha tomada como base para los Objetivos de Desarrollo del Milenio, casi 300 millones de personas han abandonado la pobreza extrema. Muy extrema, si se considera que el límite se pone en un dólar disponible al día. Pero, en cualquier caso, una noticia esperanzadora que hace ver que ciertos buenos propósitos, acompañados de determinación y presupuestos, llevan a buenos resultados.

La llamada Cumbre del Milenio, auspiciada por la Organización de Naciones Unidas, reunió en 2000 a casi 200 países que se conjuraron para poner coto a las mayores injusticias sociales que sufre el mundo no desarrollado. Los ocho objetivos concretos se definían comparando lo esperado en el año 2015 con lo existente en 1990. A medio camino entre esas dos fechas, la ONU presentó ayer un informe que recoge notables avances (sobre todo, en el sureste asiático) y también grandes lagunas pendientes.

Los motivos de preocupación son fundados: todavía malviven en el mundo 980 millones de personas por debajo del mencionado umbral de un dólar al día. Es verdad que los avances en la lucha contra la pobreza son generalizados a lo largo del globo, pero la inmensa mayoría de la mejora se ha registrado gracias al despertar económico de China y, en menor medida, India.

Casi 300 millones de personas han salido de la pobreza extrema desde 1990

Mortalidad en el parto

En el conjunto de los países en desarrollo, entre 1990 y 2004 ha habido avances notables en erradicación de la pobreza extrema (la proporción en los países en desarrollo ha pasado del 32% al 19%), expansión de la educación primaria universal (ha pasado del 80% al 88%) o mejora de la salud de las madres. Aun así, el riesgo de muerte al dar a luz alcanza a una de cada 16 mujeres del África Subsahariana (medio millón de muertes al año), cuando los estándares occidentales se limita a una de cada 3.800.

Más lentos están siendo los progresos relativos a la mortalidad infantil (en 2004 aún morían 83 de cada 1.000 niños antes de los cinco años de edad), o la lucha contra el SIDA (está infectado un 6% de la población joven subsahariana). En otros objetivos, como el de la sostenibilidad, se han registrado incluso retrocesos frente a 1990, como indica el avance de la deforestación.

El éxito final (que necesariamente será parcial, dado que, aún lográndolo, subsistirán grandes bolsas de pobreza en el mundo) dependerá de que los países desarrollados cumplan sus compromisos. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, lamentó ayer que los progresos a los ODM hayan sido lentos en algunos de los países más pobres, particularmente en África subsahariana, pero insufló esperanza al señalar que la evaluación que se ha realizado indica que 'todavía es posible cumplirlos en la mayoría de países'. Ki Moon presentó ayer el informe en Ginebra, como hicieron otros responsables de la organización en 30 ciudades del mundo (entre ellas, Madrid). Y recalcó que para alcanzar los objetivos asumidos en 2000 'se requiere de una intervención enérgica de las autoridades y de una conducta sana en los asuntos públicos'. Un toque de atención, a la vista de que, el año pasado, la ayuda al desarrollo se redujo por primera vez desde 1997. Aunque en términos reales el incremento de la ayuda ha sido notable desde 1990, en porcentaje de producto interior bruto de los donantes las donaciones pasaron del 33% de entonces al 26% en 2004, el año que toma la ONU para su evaluación. Muy lejos, por tanto, del 0,7% al que los países ricos se comprometieron hace ya siete años.

El informe también critica duramente la falta de avances en el objetivo de desarrollar 'un sistema comercial y financiero abierto, previsible, basado en normas y no discriminatorio'. En ese fracaso se enmarcan las estancadas negociaciones de la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, abierta en 2001 con el calificativo de 'ronda del desarrollo', porque tiene como objetivo declarado mejorar la participación de los países pobres en los intercambios mundiales. Según la ONU, si los países en desarrollo lograsen aumentar en un punto porcentual su participación en el comercio mundial, 128 millones de personas dejarían de ser extremadamente pobres.

La ONU pide también a los países ricos un esfuerzo de concreción y de compromiso sobre sus ayudas futuras. Sólo de este modo, según indica el informe, pueden los países en desarrollo 'planificar de forma efectiva la subida gradual de sus inversiones'.

Sólo cinco países ayudan con el 0,7% de su PIB

Sólo cinco países cumplen el objetivo propuesto por la ONU de asignar el 0,7% de su PIB a ayuda para el desarrollo. De hecho, casi todos aparecen recurrentemente en los primeros puestos de casi todas las clasificaciones de desarrollo social: son los escandinavos Dinamarca, Noruega y Suecia, además de Holanda y Luxemburgo.Cinco países europeos, que no reflejan el comportamiento general del continente. El año pasado, el conjunto de la Unión Europea redujo un 5% su ayuda en términos reales, según el informe de la ONU.Nicola Harrington, directora adjunta de la Oficina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) puso ayer en Madrid a España como ejemplo de esfuerzo en ayuda. España dedicará este año un 0,42% de su PIB, frente al 0,25% de 2004, pasando de 2.000 a 4.200 millones de euros. El objetivo, llegar al 0,7% en 2012.

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