Gordon Brown anuncia 'nuevas prioridades' tras relevar a Blair
Según el plan trazado por el Partido Laborista desde hace meses, Gordon Brown, de 56 años, asumió ayer el puesto de primer ministro del Reino Unido en sustitución de su antiguo aliado político Tony Blair. Brown, ministro de Finanzas durante los diez años de mandato de Blair, aceptó ayer la dirección del país a propuesta de la Reina Isabel II, y prometió 'un nuevo gobierno con nuevas prioridades', que será nombrado hoy. En los últimos días, ya había hablado de un Ejecutivo que, 'más allá de los estrechos intereses de partido', utilice 'todos los talentos' y dé respuesta a los deseos de cambio de la sociedad británica.
A juzgar por las encuestas y los últimos momentos del Gobierno de Blair, lo que más reprocha la sociedad al Gobierno laborista es su intervención en la invasión de Irak, de la mano de Estados Unidos. Ayer mismo, en su despedida de la Cámara de los Comunes, Blair dijo que siente 'profundamente los peligros que afrontan los soldados'. Pero matizó: 'Sé que hay quien piensa que las tropas pasan por estos peligros en vano. Pero yo no lo creo, y no lo creeré jamás'. Al salir por última vez como primer ministro de su residencia oficial del número 10 de Downing Street, le esperaba un grupo de manifestantes contrarios a la guerra.
La gran contrapartida a esa invasión en la balanza de la etapa de Tony Blair ha sido el proceso de paz de Irlanda del Norte, que ha puesto fin a 40 años de violencia con el reciente acuerdo de gobierno entre unionistas y republicanos. En cuanto al tándem Blair-Brown, su saldo en el área económica es netamente positivo: crecimiento ininterrumpido al margen de las flaquezas de la zona euro paro en el entorno del 5% o independencia del Banco de Inglaterra son algunos de los hitos de una pareja que ahora se separa. El segundo pasa a ser primero, y el primero, Blair, se convertirá en enviado del cuarteto (ONU, UE, EE UU y Rusia) para Oriente Próximo.