La conquista de Eldorado chino
El lunes comienza en China la visita oficial de la delegación empresarial española más numerosa jamás conformada en torno al jefe del Estado para explorar las oportunidades de negocio de un mercado exterior. Más de 160 empresas apadrinadas por el rey y por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, contactarán con socios del gigante asiático para aprovechar las oportunidades que ofrece el que puede convertirse en las próximas décadas en el primer mercado del mundo.
Banca, telecomunicaciones, ingeniería, tecnología, construcción, servicios públicos, óptica, alimentación o espectáculos. Todos estos sectores están convencidos de que hay posibilidades de negocio en las grandes economías asiáticas abiertas al mercado, y donde los costes de producción son más competitivos que en las economías europeas. Si hasta ahora las corporaciones españolas han acudido a China con mucha cautela y siempre como segunda o tercera alternativa de expansión, por la desconfianza que suscitaba un país emergente tanto en el crecimiento como en la estabilidad y la seguridad jurídica, ahora se le considera un mercado consolidado con un comportamiento tan sólido como los que más. No obstante, la colaboración entre empresas debe contar con la intervención de las autoridades públicas para garantizar siempre la protección de la propiedad industrial para quien la aporta y evitar así las experiencias desagradables surgidas en los primeros años de la explosión manufacturera china.
Esta numerosa visita es un empeño personal del nuevo presidente de la CEOE, quien considera que la internacionalización sigue siendo una asignatura sólo aprobada a medias por las empresas españolas. Mientras que las apuestas más serias de externalización del negocio y globalización de la actividad se han centrado en las economías más seguras del globo, como Estados Unidos o Europa, además del mercado natural de Latinoamérica, la oportunidad china no ha sido convenientemente explorada. La CEOE considera que el tren que va a Eldorado chino no pasará muchas veces y esta vez hay que cogerlo, aunque sea en marcha.
Aprovechando la cumbre empresarial hispano-china, el Instituto de Comercio Exterior (Icex) presentará su programa Technology for Life, en el que pretende presentar a España como una alternativa tecnológica de primer nivel, aprovechando que el gigante asiático es cada vez más un mercado para vender que para comprar, dado el paulatino avance de los niveles de demanda de su abultadísima población. Además, las empresas españolas viajan muy interesadas en la exploración de oportunidades de negocio en las zonas más interiores del país, donde el propio Gobierno de Pekín tiene especial empeño para evitar el desordenado nomadismo demográfico de los últimos años, en los que masas ingentes de obreros han viajado a la costa del Pacífico en busca de fortuna.
La Administración española, además de exigir plenas garantías jurídicas para las inversiones y los procesos industriales, debe mejorar los mecanismos de intercambio fiscal, tanto para los excedentes generados como para las rentas de los trabajadores, ejecutivos o no, que se movilicen en la aventura china.