España advierte que no acepta un Tratado de la UE 'a cualquier precio'
¿Táctica negociadora o preludio de un estrepitoso fracaso? Como quiera que sea, los socios comunitarios han endurecido su retórica a 24 horas de la cumbre encargada de pactar entre mañana y pasado un Tratado que sustituya a la frustrada Constitución europea.
Polonia amenazó ayer de nuevo con vetar el acuerdo si no se renegocia el sistema de voto pactado en 2004 y Reino Unido invocó de nuevo la posibilidad de un referéndum que suena más a chantaje al resto de socios comunitarios que a ejercicio de transparencia interna.
Incluso España, por boca de su secretario de Estado Alberto Navarro, advirtió ayer que no aceptará 'un Tratado a cualquier precio' y se reservó el derecho a reabrir cuestiones como el reparto de poder 'si percibiésemos la posibilidad de encontrarnos al final con un Tratado limitado a los asuntos institucionales'.
Hasta ahora, el Gobierno de Rodríguez Zapatero había mantenido una prudente distancia con las reivindicaciones de Varsovia sobre el sistema de voto, a pesar de que la doble mayoría (de Estados y población) introducida por la Constitución reduce casi a la mitad la capacidad de bloqueo tanto para España como para Polonia.
Pero Navarro recordó ayer, ante la comisión mixta UE del Parlamento español, que el Gobierno aceptó ese sacrificio como parte de 'un paquete más amplio'. Un 'paquete' que quieren deshacer los países donde ganó el No a la constitución en referéndum (Francia y Holanda) y los que han renunciado a ratificarla (como Reino Unido y Chequia).
Esos países han conseguido ya la supresión de toda la carga simbólica del proyecto constitucional, desde el nombre a las referencias a una bandera y un himno común. Ahora, de una manera 'cada vez más coordinada', según Navarro, pretenden 'rebajar el proyecto político de la UE'.
En la propuesta alemana se sustituye el nombre de constitución por el de 'tratado de reforma'. Si se alcanza un acuerdo el viernes, el club se llamará Unión Europea y tendrá personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario.
Barroso: 'El veto no es inteligente'
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, reconoció ayer el derecho de cada país a defender sus intereses en la negociación del nuevo Tratado de la UE pero consideró que 'no es inteligente utilizar la amenaza de bloqueo'. Y en clara alusión a Polonia, el mayor receptor de fondos comunitarios, Barroso advirtió que un fracaso en la cumbre 'debilitará los mecanismos de coherencia y solidaridad en la UE'.El portugués, en una rueda de prensa para presentar su posición sobre la cumbre que se inicia mañana, también envió un mensaje al Reino Unido, partidario de excluirse de algunos de los acuerdos puedan alcanzarse en Bruselas. 'Una Europa a la carta pone en peligro la idea de Unión'.