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Relaciones empresariales

Las empresas de EE UU, ajenas a la frialdad oficial

Las firmas norteamericanas en España elogian el 'milagro' español

La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, llega por fin hoy a España en la primera visita de alto nivel en tres años. La retirada de las tropas españolas en Irak ha enturbiado las relaciones políticas bilaterales (de ahí ese retraso en la visita), pero esta situación no se ha trasladado a la economía. Casi el 20% de la inversión extranjera que llega a España lo hace desde EE UU, y sus más de 600 empresas aquí implantadas no dejan de mostrar optimismo.

Así lo refleja el IV barómetro de los negocios de las empresas de Estados Unidos en España, que acaba de elaborar la Cámara de Comercio Americana en España y Esade, en colaboración con UPS. En él se destaca que el 85% de dichas empresas cree que las perspectivas de crecimiento de la economía española a corto plazo son favorables, nueve puntos más que hace un año. Además, el 81% asegura que su situación actual es satisfactoria. Firmas como Ford, Hewlett-Packard, General Electric, IBM o Procter & Gamble tienen gran incidencia en la economía española: las multinacionales estadounidenses emplean a 200.000 personas.

Los sectores más optimistas son la industria de la alimentación, bebidas y tabaco, el sector financiero y asegurador, los servicios a las empresas y consultoría y el sector de la sociedad de la información. Menos satisfechas están las empresas de automoción, sector químico, farmacéutico y otras industrias manufactureras.

La calidad de vida ofrecida al personal extranjero es uno de los aspectos más valorados del entorno económico e institucional de las empresas estadounidenses que operan en España, seguido por las facilidades y calidad de los servicios bancarios, el grado de cumplimiento de contratos, y el nivel educativo de la población. Las empresas estadounidenses valoran también la capacidad de aprendizaje de los trabajadores españoles, su relación con los clientes y la aceptación de responsabilidades.

En cambio, se quejan de los 'excesivos' trámites burocráticos en las relaciones económicas y de los 'altos impuestos'.

El 42% de las empresas de EE UU afincadas en España asegura que sus ventas han crecido por encima de los resultados del año anterior. El 36% indica que la demanda en sus mercados evoluciona de forma creciente, mientras tan sólo el 8% asegura enfrentarse a una evolución negativa de la demanda. Claro que siempre hay excepciones muy notorias como el cierre de la factoría de Delphi en Puerto Real (Cádiz), que ha avivado la polémica sobre la utilización de subvenciones españolas por parte de empresas extranjeras.

Con todo, las perspectivas sobre el empleo de las empresas estadounidenses con negocios en España son superiores a las de 2006. El 91% de ellas prevén aumentar o mantener los niveles de empleo, tres puntos más que el año anterior. Las peores perspectivas de evolución sectorial del empleo se concentran en la automoción, el material eléctrico y electrónico.

La inversión es el elemento estrella de las relaciones económicas bilaterales entre España y la primera potencia mundial, aunque los intercambios comerciales no son desdeñables. El saldo comercial sigue siendo favorable a Estados Unidos, aunque en el último año se ha recortado a menos de 1.000 millones de euros.

Primera visita de alto nivel en más de tres años

La decisión del Gobierno de Zapatero de retirar las tropas de Irak (una promesa electoral del PSOE) no fue precisamente celebrada por la Administración de George W. Bush. A raíz de ese incidente, las relaciones políticas de máximo nivel han sido prácticamente nulas. El presidente de la primera potencia mundial sólo ha departido durante algunos segundos con su homólogo español, con ocasión de una cumbre multilateral. El titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sí ha visitado Washington pero el comportamiento recíproco se ha hecho esperar. La propia Condoleezza Rice llegó a diferir en dos ocasiones visitas oficiales a Madrid.Moratinos se entrevistó con Rice en Washington el 20 de junio del año pasado, en lo que ha sido el encuentro de más alto nivel celebrado entre ambos países en tres años.Después del mismo, el jefe diplomático español anunció que Rice devolvería la visita lo antes posible. Se intentó cerrar para principios de noviembre, pero el aumento de la tensión respecto a Irán la retrasó. La siguiente fecha teórica fue a finales de marzo de este año pero, ya entrado el mes, la diplomacia estadounidense aludió a problemas de agenda para justificar el desplante. A la tercera, hoy viene la vencida. Rice se reunirá brevemente con Zapatero aunque el encuentro más duradero será con el ministro de Exteriores.

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