Zapatero respalda a Sarkozy en un tratado de la UE simplificado
Francia y España escenificaron ayer un principio de acuerdo sobre el tratado europeo que debe debatirse los días 20 y 21 de este mes. El texto incluiría el aumento de las decisiones por mayoría cualificada y la reforma del Consejo Europeo, pero dejaría fuera los símbolos comunitarios.
España y Francia estamos de acuerdo. El único escollo para ponerlo en marcha es que deben estar de acuerdo los 27 miembros de la Unión Europea'. Con estas palabras resumió ayer el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, las fructíferas conversaciones con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la reforma de los tratados europeos que sustituya a la frustrada Constitución.
Después de una reunión en Moncloa, Zapatero resaltó la importancia de que los dos países con más peso específico en cada bando respecto a la constitución (Francia la rechazó, y España la aprobó, ambos por referéndum), estén de acuerdo en las grandes líneas del futuro tratado.
Según sus palabras, el nuevo texto incluiría la reforma del Consejo Europeo, con la figura del presidente permanente y el ministro de Exteriores. Se ampliarían notablemente las materias a decidir por mayoría, y no por unanimidad (entre ellas, la política migratoria), y se incluiría un reconocimiento del valor jurídico del ordenamiento comunitario. A cambio, España está dispuesta a asumir un menor tamaño del tratado (lo que llevará a excluir la declaración de derechos) y la supresión de los 'elementos de identidad', de componente simbólico, como la referencia al euro o el himno europeo.
Sarkozy explicó que los dos países comparten análisis: 'La UE debe avanzar, debe hacerlo rápido, y es necesario un nuevo tratado. Estamos muy cerca en los contenidos, y queremos desbloquear la situación durante la presidencia Alemana'. Así las cosas, la probabilidad de que en la cumbre del 20 y 21 de junio se salde con un nuevo tratado. Zapatero dijo ser 'muy consciente' de que el pueblo español votó por un texto más amplio en referéndum, pero afirmó que 'es necesario avanzar, y para ello hay que buscar consensos. Tendremos el texto posible, teniendo en cuenta la realidad de los hechos'.
Durante su encuentro en Moncloa, los dos presidentes estuvieron acompañados por varios ministros, como los de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Bernard Kouchner, y los de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y Michèlle Alliot-Marie. Así simbolizaban las prioridades del encuentro: avance en el tratado europeo y lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal.
Zapatero acogió con entusiasmo la idea de Sarkozy de crear una Unión Mediterránea, que debería integrar el Proceso de Barcelona que se desarrolla desde hace doce años. Francia y España liderarán una próxima reunión de ocho países europeos, que acordarán una política común para plantear a la ribera sur del Mediterráneo.
'Apoyo absoluto' en política antiterrorista
Para los que pudieran albergar dudas sobre el compromiso de Sarkozy en la lucha contra ETA, el flamante presidente francés utilizó una frase traducible como Va de suyo: 'ãa va de soi'. 'La única política de las democracias frente al terrorismo, que es una amenaza para todos, es la unidad. España podrá seguir con el apoyo absoluto de Francia en su lucha contra ETA'.Zapatero recordó que Sarkozy ya dio muestras de ese apoyo durante su etapa como ministro del Interior, en la que se produjeron numerosas detenciones a cargo de la gendarmería francesa. El nuevo presidente de la República, líder de la derecha francesa, se reunió con Mariano Rajoy después de su comida en Moncloa. Pero quiso deshacer suspicacias: 'No hablaré de política antiterrorista con el señor Rajoy. Que yo sepa, ésa es una competencia del gobierno español'.Sarkozy se mostró también de acuerdo en agilizar la conexión por vía férrea a través de los Pirineos centrales, una demanda del gobierno de Zapatero. A su juicio, 'ello permitirá al suroeste francés aprovechar el fuerte crecimiento español'.