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Ainhoa Arteta

'La cultura y la música en España están en auge'

Verona y México DF son sus próximas citas profesionales. La esperan también en el Metropolitan, la Scala y el Liceo, sin que esté prevista su actuación en el Teatro Real, una espinita por arrancar

El Auditorio Nacional fue el escenario de la última actuación en Madrid de Ainhoa Arteta. La soprano española eligió piezas de Bizet, Debussy y Turina para mostrar una voz cálida y poderosa. Tras las bambalinas, la cantante se despoja de la pompa de la puesta en escena y se muestra natural y cercana, ajena a los caprichos del divismo.

¿Qué opina de la situación actual de la ópera en España? Hay muchos buenos intérpretes españoles, con proyección internacional, pero la ópera no cala en el gran público, como en otros países.

La cultura y la música en España están en auge, se están abriendo teatros y auditorios. En el caso del Real y el Liceo, soy una gran ausente. Pero gracias a Dios, hay muchísimos teatros en España, cada vez más, que están haciendo programaciones muy serias de ópera. Con lo cual, en mi caso, las cosas están mejorando. Además, lo que veo es que en estos teatros se utiliza mucho cantante español. Quizá el Real y el Liceo son más… No sé, no quiero entrar en esta historia. Pero, sinceramente, en los teatros en los que estoy actuando hay mucho cantante de aquí, y jóvenes que empiezan.

¿Cuándo la vamos a ver en el Liceo o en el Real?

En el Liceo en 2009 seguro. Ya tengo un contrato, Turandot. En el Real, ni idea, por ahora no hay nada ofrecido ni programado.

¿Cuáles serían sus escenarios más queridos? ¿Sus lugares predilectos para cantar?

Hay muchos, no podría decir. A veces el escenario donde has pasado un buen rato no tiene por qué ser uno de renombre ni grandioso. Emblemático fue para mí la primera vez que canté en el Metropolitan o en la Arena de Verona. No sé qué sentiré cuando cante en la Scala. Cuando canté un recital en el Liceo también fue un lugar emblemático. Y luego están los típicos escenarios de pueblitos españoles, con momentos muy entrañables, muy especiales.

¿Qué opina de los macromontajes en lugares como plazas de toros? ¿Son un buen vehículo para aproximar la ópera

La ópera no es eso. No es un espectáculo en una plaza de toros, eso lo tenemos que tener muy claro. Pero tenemos que ser muy conscientes de que hoy en día la ópera se pelea en el mercado con el mundo de la imagen. Los macroespectáculos van encaminados a atraer más público para que luego los teatros se llenen. Si no, al final es una ruina. La ópera de por sí es deficitaria siempre, por toda la gente que es necesaria para hacerla posible.

¿Cómo cree que se está renovando la puesta en escena? ¿Los montajes de vanguardia son una buena manera para atraer más público al teatro?

Si el montaje es coherente, no tiene por qué estar reñido con el rigor que requieren las óperas. La música es en esencia lo mismo, eso no va a cambiar, pero puede estar adornada o decorada de otra manera, siempre que la historia que cuentes sea coherente y se mantenga el hilo conductor. También es cierto que a veces se hacen auténticos mamarrachos.

Qué hay de esa leyenda del divismo que se asocia a los cantantes de ópera? ¿Es exagerada?

Es verdad que al estar sobre un escenario, vas entrando y saliendo de los personajes. Pero esa es la parte del artista. Y cuando sales del escenario está tu parte privada, de persona. Y hay artistas que no saben distinguir eso. Yo, en cuanto me quito el traje y me voy a mi casa, me pongo las zapatillas, me gusta jugar con mi hija y hacer las cosas de la vida cotidiana y normal. Cuando estoy en mi vida privada soy yo, una mujer de casa, que le gusta convivir con los suyos, las buenas cenas, los buenos amigos, las buenas juergas...

Un don aprovechado con fuerza de voluntad

'La voz es algo importantísimo, pero hace falta también mucho tesón, muchas ganas de trabajar. Tener una auténtica pasión por lo que haces'. Así resume Ainhoa Arteta la fórmula con la que abrirse camino en el competitivo mundo del canto. Y nada como ilustrarlo con un poco de sabiduría popular: 'esto es un oficio muy largo, es como aquello que decía la canción de me dijo un arriero que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar. Esta profesión es eso, hay que saber llegar', añade.Ainhoa Arteta sabe bien del esfuerzo necesario para mantenerse en los escenarios cuando, hace tres años, perdió la voz en un difícil momento personal y justo cuando cambiaba su técnica vocal. Un prestigioso médico le diagnosticó entonces que cuando un pájaro está triste no puede cantar. Las alegrías posteriores y las ganas, como ella misma explica, han hecho el resto.

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