Las empresas, a por otro récord
El año empieza bien. Los resultados de las empresas del Ibex siguen viento en popa tras aumentar un 34,9% el primer trimestre, un porcentaje que deja en evidencia a los pesimistas y mejora el cierre del pasado ejercicio, cuando los beneficios completaron su cuarto año consecutivo de récord. Los 11.297 millones ganados entre enero y marzo mejoran las previsiones de muchos analistas y animan a pensar que, salvo un no esperable cambio de ritmo, las grandes empresas cotizadas están poniendo los cimientos de un nuevo ejercicio brillante. Paralelamente, y como un reflejo de esta evolución, el índice selectivo cotiza a sólo un 1% de su máximo histórico.
Lo mejor de los datos del primer trimestre es que, a pesar de la serie concatenada de récords de resultados, las empresas no dan síntomas de agotamiento, impulsadas por la buena coyuntura. Los ingresos, aunque en un porcentaje menor que en 2006, crecieron un sobresaliente 15%.
El buen momento de la economía española, con un sólido crecimiento del 4% los dos últimos trimestres, basado en gran parte en el consumo, es una de las razones de la buena evolución empresarial. Pero los nuevos récords se explican también por la consolidación de las nuevas participaciones, que aumentan el perímetro de las empresas. Además de por las compras realizadas en el exterior, este fenómeno se hace visible sobre todo en las tomas de posición de las constructoras en el sector energético. El mismo efecto multiplicador de los resultados producen las fusiones registradas en el sector inmobiliario.
Capítulo aparte merece el peso de los resultados extraordinarios, sobre todo en el capítulo de desinversiones. De la importancia del impacto de éstos en el agregado da idea que marcan tanto los resultados de la empresa que más gana, el BBVA, como la que más ha recortado el beneficio, Endesa. El primero supera en beneficios al Santander con 1.950 millones a causa de las plusvalías por la venta de su participación en Iberdrola. Y Endesa ha ganado casi un 40% menos porque sus elevadas ganancias en el primer trimestre de 2006 se derivaron de plusvalías y extraordinarios.
Los datos sobre la evolución de las empresas españolas contienen un aspecto inquietante. Se trata de la deuda, que, excluyendo al sector financiero, registró un incremento interanual del 55% en el primer trimestre, y se aproxima a los 220.000 millones de pesetas. Cierto que este endeudamiento ha servido para financiar una expansión en el exterior que no tiene precedentes, una estrategia coherente con el precio del dinero, pero que puede producir consecuencias imprevisibles ante un cambio de ciclo.
Las noticias que llegan del exterior, sin embargo, abundan en que la estrategia de crecimiento de las empresas españolas en nuevos mercados está aún por dar sus mejores frutos. Al buen comportamiento de las inversiones en Latinoamérica y el favorable marco cambiario se añaden ahora las expectativas de crecimiento de las economías europeas, donde están los principales clientes de España. Son apoyos para un año que empieza bien, con unos resultados que, unidos a los movimientos corporativos, son el mejor alimento para la Bolsa.