El submarino español de Navantia se internacionaliza
BAE Systems, nueva empresa extranjera que participa en el S-80
El nuevo submarino S-80, el primer sumergible diseñado de forma completa en España y considerado el proyecto estrella de Navantia, se está convirtiendo en un proyecto cada vez más internacional. Al menos media docena de empresas extranjeras ya han sido contratadas para hacerse cargo de alguna de las partes de la nueva nave.
La última en incorporarse al proyecto es BAE Systems, a quien el grupo público de construcción naval español ha adjudicado la fabricación y el montaje de los domos de los cuatro S-80 que la Armada ha encargado a Navantia. El contrato, que incluye asistencia técnica, asciende a unos 15 millones de libras (22 millones de euros) y supone el primer encargo que recibe el grupo británico de un cliente extranjero en 20 años.
En principio, BAE fabricará y montará los domos de los dos primeros submarinos en las instalaciones que tiene en Barrow, mientras que el resto de la unidades terminarán de soldarse en el astillero de Navantia en Cartagena.
Esta adjudicación es clave para el desarrollo de los S-80, ya que permitirá a Navantia adquirir la tecnología y los conocimientos necesarios para fabricar por su cuenta, en el futuro, una de las piezas más importantes de un submarino. Los domos son la parte final y posterior del casco de presión (interior) de un sumergible. Estas estructuras de forma cóncava, por las que debe pasar gran parte del cableado de la nave, son de una gran complejidad y exigen una alta precisión técnica en su fabricación.
Según BAE, el contrato, además, es el principio de una relación de cooperación a largo plazo entre las dos empresas y sienta las bases para negocios futuros tanto en el mercado inglés como en el español. A juicio del contratista militar, el acuerdo 'representa un importante avance para la industria internacional de submarinos'.
Aunque la participación del grupo británico será decisiva en la fabricación de los S-80, otros elementos clave del submarino también se han adjudicado a distintas empresas extranjeras. Así, la estadounidense Lockheed Martin se hizo con el contrato para desarrollar el núcleo del sistema de combate de las naves, lo que incluye también el sistema de control de los proyectiles y del sónar. De esta última parte se hará cargo la también norteamericana EDO.
La oferta de Lockheed Martin, de unos 200 millones de euros, venció a las presentadas por empresas europeas punteras en el sector, como UDSI, el consorcio Raytheon-Sonar Thales, Atlas y Kongsberg.
Por su parte, el grupo italiano Avio se ha adjudicado la consola de gobierno de los nuevos submarinos, que incluye el sistema de piloto automático. La empresa implantará un sistema propio denominado Gaudi en colaboración con Faba, la filial de electrónica de Navantia, lo que garantizará que se cumplan las exigencias de la Armada española.
En el desarrollo de los submarinos también participarán la estadounidense Kollmorgen Electro-Optical y su filial italiana Calzoni, que tras lograr un contrato de 73,8 millones de dólares (54,5 millones de euros), suministrarán los periscopios y sistemas optrónicos de imagen, así como los mástiles izables, similares a los que Armada estadounidense usa en sus sumergibles de la clase Virginia.
Una de las características diferenciales de los S-80 es que irán equipados con un sistema de propulsión independiente del aire (anaeróbico), que se basará en células de combustible que funcionan con hidrógeno. Unas células que Navantia ya ha encargado al grupo estadounidense UTC Power.
En el caso del armamento, el sistema de lanzamiento de torpedos correrá a cargo de la británica Weir Strachan and Henshaw, por 37 millones de libras (54,2 millones de euros), y los torpedos, de la alemana STN-Atlas. Además, el Gobierno de los EE UU ha dado permiso para que los S-80 también cuenten con misiles Tomahawk.
La presencia extranjera no impide que empresas españolas también participen en el proyecto, como Indra (radares y defensa electrónica), Cantarey Reinosa (motor eléctrico principal), Hynergreen (sistema AIP) o Sainsel (consolas multifunción).
Malestar entre los socios franceses de DCN
La elección de la británica BAE Systems para participar en la construcción del S-80 confirma el giro que ha dado la política de alianzas de Navantia en el campo de los submarinos y que tiene como principal afectado al constructor naval galo DCN.Franceses y españoles se asociaron en 1991 en el consorcio Scorpene, que diseña y comercializa los submarinos del mismo nombre. Una colaboración fructífera que ha culminado con la venta de varios sumergibles a Chile, Malasia e India.Sin embargo, la decisión de España de diseñar un submarino propio, y que competirá con el Scorpene, ha supuesto en la práctica la parálisis del consorcio, de tal modo que DCN ya está diseñando también su modelo particular de sumergible, el Marlin.