Telefónica promete más ingresos con Telecom Italia
Han sido las primeras palabras del presidente de Telefónica, César Alierta, sobre la última macrooperación de la operadora: Telecom Italia. Y se escucharon claramente pese a los pitidos de los empleados de Atento que acudieron a la junta. Alierta destacó que la relación con la italiana provocará sinergias y elevará los ingresos, y apuntó que, entre las dos, controlan el 7% de los clientes mundiales.
Más crecimiento, mejor atención al cliente, consolidación de las adquisiciones realizadas, eficiencia y remuneración al alza para los accionistas. César Alierta se presentó ayer ante los accionistas de Telefónica con una cartera de promesas para el futuro y una base de resultados conseguidos en el pasado que, según destacó, sitúan a Telefónica por delante de sus homólogas y avalan la consecución de esos compromisos.
El presidente destacó la contribución que las compras de Cesky Telecom, Colombia Telecom y, sobre todo, O2 han supuesto para los resultados de 2006. Durante este ejercicio, el objetivo es consolidar estas adhesiones y mantener en adelante un perfil de crecimiento más alto que los rivales.
Para ello, entre otras cosas, Telefónica cuenta con su última operación corporativa. La entrada en el capital de Telecom Italia 'representa una oportunidad única de explorar juntos todas las sinergias potenciales de un sector en crecimiento', explicó Alierta. El ejecutivo rehusó dar cifras, pero avanzó que la colaboración servirá para que las dos compañías tengan 'mayores ingresos, menores costes y mayor eficiencia en la ejecución de inversiones'. Alierta también destacó que, entre Telefónica y Telecom Italia, rozan los 300 millones de clientes, lo que supone el 7% de las líneas de telecomunicaciones del mundo.
La reducción de plantilla en Atento monopoliza la junta de accionistas
Otro de los puntos destacados del mensaje de Alierta fue la remuneración al accionista. Según sus cálculos, son 3.500 millones los destinados en 2006 a retribuciones y en la junta se aprobó un dividendo de 0,30 euros por acción y una reducción de capital del 3% para la amortización de autocartera. También hubo palabras para la evolución bursátil, que el presidente alabó, a la vez que vaticinó un buen desempeño para los próximos tiempos. 'Nuestras perspectivas de recorrido al alza no pueden ser más optimistas', aseveró.
A pesar de estos mensajes, la junta no fue tranquila. Después del respiro del año anterior, los problemas laborales en Telefónica volvieron a monopolizar la asamblea. Atento, sus empleados y los 3.000 despidos que los sindicatos aseguran que habrá en la filial fueron los protagonistas y se hicieron notar desde un grupo de varias decenas de manifestantes que pitaron durante toda la intervención del presidente y gritaron consignas contra la compañía y a favor del mantenimiento del empleo.
De Mol promete no interferir en el control o la estructura de gestión de la brasileña Vivo
El objetivo de John de Mol como uno de los grandes inversores de Vivo no es interferir en el control o la gestión de la operadora brasileña, sino participar de una inversión financiera. El multimillonario holandés y fundador de Endemol confirmó ayer su participación en el capital de Vivo, adelantada por Cinco Días, con otro comunicado a la comisión de la Bolsa de Estados Unidos llamado a desterrar cualquier duda sobre una supuesta segunda intención de su presencia en la operadora.El magnate tiene 47,2 millones de títulos, lo que le da un porcentaje del 5,15% sobre las acciones preferentes y del 3,3% sobre el capital total de la firma brasileña. Se trata, asegura el magnate en su comunicado, 'de una adquisición como inversión a largo plazo, sin que haya objetivos predeterminados para ella'.Estas explicaciones no serían necesarias si Vivo no fuera filial de Telefónica y John de Mol, el fundador de una empresa que fue adquirida por la operadora española y que ahora él mismo pretende recomprar. De hecho, Telefónica elegirá al comprador de Endemol los primeros días de la semana que viene, según afirmó ayer Mediaset, socia de De Mol en la oferta por la productora.Con este escenario y unas negociaciones abiertas entre Telefónica y Portugal Telecom para que la primera se haga con la participación de la segunda en Vivo, los temores a que la presencia de John de Mol tuviera un motivo oculto se dispararon. No es así, según el multimillonario. 'El objetivo de la adquisición no es alterar el control o la estructura de gestión de Vivo', explica el comunicado. Tampoco está involucrado De Mol con alguna de las partes. 'Cyrte -uno de sus vehículos de inversión- no es parte de ningún acuerdo o contrato que regule el derecho de voto en Vivo o la adquisición o venta de acciones'.