Los tipos después de junio
El presidente del BCE volvió ayer a echar mano de los códigos que manejan los mercados y utilizó la expresión 'estrecha vigilancia' para insinuar lo que ya predecían los expertos: los tipos volverán a subir (hasta el 4%), probablemente en junio. La clave reside en qué pasará más allá de esa fecha, cuando la preocupación se centra ahora en los riesgos asociados a los precios. Aunque tampoco tocó sus tasas, la Reserva Federal sembró el miércoles con su mensaje el miedo a la inflación. Ayer bastó un mal dato del precio de las importaciones en EE UU y el aumento del precio del petróleo para que se torcieran los índices. El riesgo inflacionista está latente y es la principal amenaza al crecimiento. No es de extrañar la insistencia del BCE. Controlar el encarecimiento del crudo parece imposible. No lo es que los gobiernos profundicen en las reformas, para que no sea la autoridad monetaria quien se vea obligada a extremar su vigilancia.