La victoria de Sarkozy abre la vía a un nuevo Tratado de la UE
Bruselas recela, sin embargo, del proteccionismo del líder francés
Alivio a corto plazo e inquietud en lontananza son los sentimientos que dominan en Bruselas tras la clara victoria de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales francesas del domingo. Con el nuevo inquilino del Elíseo, la capital comunitaria ve por fin despejarse el camino para resolver la gravísima crisis institucional provocada por el referéndum sobre la Constitución convocado, y perdido, por su antecesor.
El plan de Sarkozy a favor de una reforma del Tratado actual que no necesite otra consulta popular encaja a la perfección con el calendario previsto por la canciller alemana, Angela Merkel, para zanjar la crisis antes de finales de año.
El relevo de Jacques Chirac, sin embargo, ha sembrado durante la campaña peligrosas semillas de enfrentamiento con la capital comunitaria. Y algunos temen que empiece a cultivarlas tan pronto como pase la luna de miel con sus socios comunitarios.
'Creará problemas, al menos en el frente económico', prevé Daniel Gros, director de Centre for European Policy Studies, un instituto de estudios independiente con sede en Bruselas. 'Sarkozy defenderá el proteccionismo, no será muy respetuoso con el Pacto de Estabilidad y querrá presionar al BCE para que debilite el euro'.
El primer discurso de Sarkozy tras derrotar a Ségolène Royal dejó pocas dudas sobre el riesgo de que la previsión de Gros se confirme. 'Creo en la construcción europea y esta tarde Francia regresa a Europa', proclamó el líder francés ante sus enfervorecidos partidarios. 'Pero conjuro a mis socios europeos a no seguir haciéndose los sordos ante la cólera de unos pueblos que perciben la Unión Europea no como un escudo sino como el caballo de Troya de todas las amenazas que conlleva la transformación del mundo'.
Los aludidos optaron por dar otra lección de sordera, aunque esta vez por distintos motivos de los habituales. Ni el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ni sus portavoces oficiales osaron ayer replicar a las aceradas críticas del político que a partir del 16 de mayo ocupará la presidencia del segundo país más poderoso de la Unión. Incluso el comisario de Economía, Joaquín Almunia, que durante la campaña escuchó argumentos que 'no toman en cuenta la realidad económica', ayer se ocupó de precisar que no sólo se refería a Sarkozy 'sino a varios candidatos', La consigna parece ser no soliviantar a una pieza imprescindible para superar dos años de parálisis institucional y política.
'Tengo una confianza total en que Sarkozy (...) ejercerá un papel de motor en la resolución del problema institucional y en la consolidación de la Europa política', apuesta Barroso a favor de su correligionario del Partido Popular Europeo. Y a pesar de la anunciada vocación proteccionista del francés, Barroso espera trabajar con él 'por una Europa que no se repliegue en sí misma, sino que se imponga en el desafío de la globalización gracias a sus valores y condiciones'.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, quizá no sea tan optimista. 'Me he quedado conmocionada cuando he leído que uno de los candidatos aboga por más campeones nacionales y más proteccionismo', declaró tras escuchar las promesas de Sarkozy durante la campaña. Para Kroes ese lenguaje 'está desfasado'.
El reproche difícilmente herirá a un neogaullista confeso que celebró su victoria con Johnny Holliday. 'A juzgar por su retórica, Sarkozy no es más favorable al libre comercio que Jacques Chirac', advertía antes de la votación Charles Grant, del instituto londinense Centre for European Reform.
Fillón, primer ministro
Aún así, Grant considera que 'Sarkozy tenedría un impacto positivo en la UE. Si consigue que la economía se mueva, los franceses tendrán menos miedo al cambio y Francia podrá retomar su tradicional liderazgo'. 'Nos espera un periodo de euforia', vaticina Gros.
Por otro lado, ayer se conoció el posible candidato a primer ministro del Gobierno Sarkozy. Se trata de ex ministro François Fillon, que ocupó la cartera de Trabajo con el primer ministro Jean Pierre Raffari y responsable del programa electoral del nuevo presidente de la República.
700 coches quemados y 600 detenidos
La victoria de Sarkozy provocó durante la noche electoral y horas posteriores numerosos disturbios en barrios desfavorecidos de las principales ciudades francesas. Dejaron un balance de 730 vehículos quemados y 592 personas detenidas, según informaron ayer fuentes de la Dirección General de la Policía Nacional.De esos coches incendiados, 35 lo fueron en París, donde hubo 79 detenidos, y 28 policías heridos en enfrentamientos con grupos de jóvenes que se manifestaron con violencia tras el anuncio de la victoria del líder conservador. Los disturbios recordaron a los que estallaron en Francia en otoño de 2005, cuando en algunas noches más de 1.000 coches fueron pasto de las llamas en grandes ciudades como Lyon, Marsella, Toulouse o Burdeos.Ayer, y tras los disturbios iniciales en París unos trescientos jóvenes se manifestaron de nuevo en la plaza de la Bastilla para protestar contra Sarkozy. En Lyon otros 200 jóvenes se dieron cita en el centro de la ciudad con el mismo fin.El jefe de campaña de Sarkozy, Claude Guëant, criticó ayer a la candidata socialista a las Presidenciales, Ségolène Royal, quien había advertido hace unos días del riesgo de altercados en caso de victoria de Sarkozy. Guëant señaló que esas declaraciones de la perdedora de la segunda vuelta de los comicios 'habían incitado' a la violencia.Los jóvenes manifestantes de ayer creen que la política de Sarkozy profundizará en las diferencias sociales, sobre todo en los barrios más desfavorecidos de las grandes ciudades, en los que la tasa de paro es muy superior a la media nacional.