Los accionistas exigen a ABN Amro que negocie con Botín y sus socios
Los accionistas de ABN Amro dieron ayer un revolcón a la cúpula del banco. En la junta de accionistas, el 68% de los inversores exigieron al consejo de la entidad holandesa escuchar todas las ofertas que se presenten por el grupo, en la que se incluye la de Santander y sus socios. ABN Amro defendió en este acto el acuerdo alcanzado con Barclays. Santander y sus socios están dispuestos a lanzar una opa hostil.
Jarro de agua fría para la cúpula de ABN Amro y un balón de oxígeno para la oferta del consorcio formado por Royal Bank of Scotland, Fortis y Santander. La junta de accionistas del banco holandés defendió ayer con sus votos la propuesta del fondo de inversión TCI de que ABN Amro busque la mejor oferta para el grupo y los inversores, sea a través de su venta, segregación o fusión de algunos o todos los negocios principales de la entidad.
Esta iniciativa fue apoyada por el 68% de los accionistas presentes o representados en la junta, una de las más tensas vividas en el primer banco de Holanda. Sólo un 28% votó en contra.
El grupo holandés optó por defender en este acto la propuesta de la entidad británica. Su consejero delegado, Rijkman Groenink, reiteró durante esta reunión que la cúpula del banco (fiduciaria de los títulos de sus accionistas) defiende una fusión con Barclays porque 'prefiere construir a dividir' la entidad, en alusión a la oferta presentada por el consorcio.
El trío bancario anunció el miércoles una contraoferta a 39 euros por acción, con lo que valora ABN en 72.300 millones. Pero su idea es segmentar el grupo holandés entre los tres socios. En este reparto Santander se quedaría con Banco Real de Brasil y el italiano Antonveneta. Dos días antes Barclays llegó a un acuerdo con el consejo de ABN Amro para su compra a 36,25 euros por acción, con lo que desembolsaría un total de 67.000 millones. En este acuerdo se incluía la venta de su filial estadounidense Lasalle a Bank of America, con quien se ha firmado también un acuerdo.
Poco antes de conocerse el resultado de la junta, el consorcio había rechazado el acuerdo de confidencialidad exigido por ABN Amro para ofrecerles la misma información que a Barclays. En una cláusula el grupo holandés les obliga a condicionar su oferta a no presentar una opa sin su autorización en el plazo de doce meses. De esta forma, ABN Amro se garantizaría mantener su proyecto con Barclays, sin que el consorcio se lo impidiese en el plazo de un año, a no ser que el trío bancario lanzase una opa hostil. De hecho, ésta es la fórmula que estudia el consorcio si finalmente el consejo de ABN Amro no suprime esta cláusula. A favor de la oferta de Santander y sus socios está el fondo TCI y gran parte del capital del banco como se demostró en la junta.
Otro de los escollos que tiene que resolver el consorcio en los próximos días es el futuro de La Salle, pieza clave para Royal. Groenink explicó a los accionistas de ABN Amro que el proyecto de venta de Lasalle sólo se interrumpiría si no recibe la aprobación de las autoridades pertinentes o si surge una propuesta de compra superior a la de Bank of America, que ha ofrecido 21.000 millones de dólares (15.440 millones de euros). El consorcio tiene hasta el 6 de mayo para superar la oferta por Lasalle.
Barclays exige que se respete su acuerdo y se declara 'dispuesto' a ganar la batalla
Barclays no está dispuesto a tirar la toalla en la lucha por hacerse con ABN Amro. Su consejero delegado, John Varley, aseguró ayer que espera que el banco holandés respete 'el acuerdo de fusión' suscrito entre ambos. Varley criticó la propuesta del consorcio formado por Santander, Royal y Fortis, que quiere la 'desconstrucción de uno de los mejores bancos de Europa'. El propósito de Barclays, sin embargo, es 'construir uno de los mejores bancos del mundo'. 'Tenemos una oferta pactada', afirmó el directivo en la junta de accionistas del banco británico. Varley afirmó que ABN ha comunicado a Barclays su intención de ofrecer la información sobre su contabilidad al consorcio. 'Entiendo por qué ABN Amro lo contempla como una responsabilidad', explicó. Añadió que Barclays está en disposición de asumir el desembolso que supondrá la compra de Barclays. El presidente del banco, Marcus Agius, se declaró 'dispuesto' a ganar la batalla.
Un fondo con largo historial combativo lidera a los accionistas díscolos
Lejos de ser un baño de multitudes para los directivos, la junta anual de ABN fue un calvario para su cúpula. El fondo de inversiones alternativas TCI consiguió su propósito: que los inversores de ABN no respaldaran la opción de fusión entre el banco holandés y Barclays. El historial combativo del fondo es ya legendario en los círculos financieros europeos. Creado hace tres años por Christopher Hohn, basa su estrategia inversora en el activismo como accionista en sociedades mal gestionadas. Su primer triunfo llegó en el capital de la Bolsa alemana. Las críticas al intento de compra de la Bolsa inglesa provocaron la dimisión de sus máximos directivos. Ya en el accionariado de ABN, instó a sus gestores a vender o despiezar la entidad holandesa, y todo apunta a que lograrán su objetivo. Lo paradójico de TCI, dada su agresividad, es que dedica el 0,5% de su beneficio a obras de caridad. De ahí su nombre: el fondo de inversiones de los niños (TCI en inglés).