Terra y Astroc, caída en desgracia de dos iconos muy diferentes
La inmobiliaria se ha roto en un momento completamente distinto en la Bolsa y su peso está muy lejos del que tenía la tecnológica
Ni Terra en su día, ni Astroc ahora serán las últimas compañías que se desplomen en Bolsa. La recurrencia de la comparación entre ambas viene del hecho de que las dos representan el símbolo del apogeo y posterior caída en desgracia de dos sectores cuyo ascenso había traspasado desde hacía bastante tiempo los límites de lo razonable. Terra y Astroc compartían la característica de ser dos valores estrechos, con poca capitalización, pero mucha atención mediática y una revalorización superior al 1.000% en unos pocos meses, sin que nadie se hiciese demasiadas preguntas. Ahí se acaba la similitud. El problema de Astroc es que una gran parte de sus beneficios venían de las ventas de la empresa a su propio presidente (operaciones vinculadas) y el agotamiento del ciclo inmobiliario, mientras que Terra se basaba sobre todo en deslumbrantes promesas de un futuro que nunca llegó. De la misma manera, el ciclo bursátil es radicalmente distinto: si en el año 2000, las valoraciones medias prácticamente duplicaban el promedio histórico, en la actualidad el PER (relación entre precios y beneficios) del Ibex apenas supera las 15 veces y los valores con mayor tamaño por capitalización son justo los menos sobrevalorados.
'En su momento, Astroc y Tierra tuvieron ciertas similitudes', concede Martí Pachamé, gestor de GVC Valores, porque 'Astroc actuaba de intermediario inmobiliario, sin verdaderos activos en su balance, si bien compraba y vendía algo tangible, mientras que Terra era muy etérea, no había nada salvo expectativas irracionales', resume Pachamé. Mientras que el apogeo del mercado de la vivienda ha venido sostenido por el acceso fácil propiciado por unos tipos de interés reales negativos y la convicción generalizada de que los precios seguirían subiendo indefinidamente, el respaldo a Terra se basaba en razonamientos más peregrinos, como el número de visitantes que tenían los portales de Internet gestionados por la filial de Telefónica. A pesar de ello, también es cierto que Terra llegó a ser el segundo valor por capitalización del Ibex 35 y que justo antes de su descenso al ocaso, pesaba un 8,94% en el selectivo. Astroc no figura en ninguno de los índices de referencia.
Para Abante Asesores, uno de los factores que en los dos casos entró en juego es 'el componente emocional, el componente de avaricia', como señala José Ramón Iturriaga, gestor de la compañía. 'Estas cosas ya se sabe cómo van a acabar. En el mercado inmobiliario es más fácil valorar los activos y comprender que el precio de la compañía no tenía ninguna justificación. No tenía ningún sentido que una compañía que gano cerca de 100 millones de euros valga en Bolsa 7.000 y ahora se ha puesto de manifiesto', afirma el gestor de Abante Asesores.
Amenaza para el milagro español
El hecho diferencial que ha permitido que España crezca durante varios años por encima del promedio de la UE radica en la fiebre del sector inmobiliario, cuya financiación ha proporcionado el combustible suficiente para que bancos y empresas se hayan lanzado a una oleada de operaciones corporativas, que han supuesto un verdadero acicate para la Bolsa española. 'El riesgo de que se quiebre el círculo virtuoso lleva presente durante varios años y ahora empieza a hacerse más probable. Si se materializase, el peligro sería que haya una reacción en cadena: parón de las promociones inmobiliarias, miedo de los consumidores, incremento de la morosidad y, finalmente, la economía española creciendo por debajo del resto de los socios de la UE', advierte José Ramón Iturriaga.
La fiebre vendedora llegó ayer a toda la Bolsa y, al contrario de lo que sucedió en el año 2000, no se trató del contagio de una situación que se venía abajo en todo el mundo, sino que la crisis ha sido un fenómeno con un sesgo mucho más local. El Ibex cedió un 2,73% y el resto de Europa también cayó, pero ningún gran índice llegó a ceder un 1%.
'Lo malo de Terra es que sufrió un goteo prolongado a lo largo de tres años en los que se trató de convencer a los inversores con nuevos proyectos, lo que terminó atrapando a mucha gente, mientras que el descenso de Astroc ha sido muy rápido', valora Luis Benguerel, de Interbrokers. Efectivamente, el declive de Terra fue más prolongado que el Astroc. El desplome que llevó a la filial de Telefónica tardó más de dos años y medio en pasar el vía crucis que le llevó de cotizar a 157,6 euros por acción en febrero del año 2000 a tocar fondo a finales de 2002 al llegar a cotizar a 1,98 euros por título. Telefónica, que sostuvo el valor durante mucho tiempo, terminó absorbiéndolo y pagando a los accionistas 3,04 euros.
La vertiginosa caída de Astroc ha superado el 65% en una semana. El valor aún gana más de un 100% respecto a su precio de estreno bursátil y aunque no parece que su primer aniversario en Bolsa, para el que falta exactamente un mes, vaya a ser muy jubiloso, aún no está escrito el último capítulo sobre el futuro de la compañía. Los expertos esperan más correcciones, pero nadie se atreve a decir hasta dónde llegará el valor.
Contraste entre dos crisis
Las similitudes
Valores estrechos. Por capitalización de mercado, Terra era de las mayores compañías de su sector en Europa, pero el papel disponible en el mercado era escaso, lo que la convertía en un valor propenso a las grandes fluctuaciones. En el caso de Astroc, sólo un 20% del capital está en Bolsa.Sectores con un enorme tirón popular. Tanto la industria de los portales de Internet como el negocio inmobiliario gozaban de una enorme atención de los medios de comunicación.Excesiva subida. Lo que las dos comparten es una trayectoria meteórica en Bolsa, con una revalorización superior al 1.000% en menos de un año.
Las diferencias
El estreno. Astroc debutó con un PER razonable, de unas 12 veces, y ganó un 5,8% en su primer día. Por contra, Terra tuvo un estreno multitudinario, con un avance de nada menos que el 213%.Tangible. Que Terra estuviese valorada por el número de veces que un usuario entraba en un portal de la compañía permitía barruntar sorpresas desagradables en el horizonte. Los inversores tenían los activos de Astroc para saber que hacía tiempo que no cotizaba a un precio razonable.Ciclo. Astroc representa el agotamiento del boom inmobilario; Terra, la constatación de que había demasiados castillos en el aire.