Los gestores esperan más inflación y menos beneficios
Más volatilidad, menos beneficios, más inflación y tipos más altos. Pero Bolsa alcista. Las perspectivas de los gestores de fondos en la encuesta de Merrill Lynch no son muy halagüeñas, pero aun así mantienen su apuesta por la Bolsa. Con una discreta subida del 0,24% el Dow Jones hizo ayer máximo histórico, al cerrar en 12.803 puntos.
El Ibex cayó por segundo día consecutivo tras haber tocado máximo histórico el pasado lunes, y cedió un 0,64% para cerrar en los 14.870 puntos. La sesión estuvo marcada por los resultados empresariales en EE UU. El mercado tuvo que juzgar los números de, entre otros, gigantes como IBM, Intel, Yahoo, Motorola o JPMorgan. La acogida fue mixta. Mientras el banco de inversión subía con fuerza, IBM cedía posiciones y Yahoo se desplomaba el 11,6%. Wall Street abrió a la baja, pero luego el Dow Jones logró un máximo histórico: subió un 0,24% y cerró en 12.803,8 puntos; durante la sesión llegó a alcanzar los 12.838,4 puntos. El S&P 500 subió un escaso 0,07%, mientras que el Nasdaq cayó un 0,26%.
En España hubo un protagonista indiscutible, Astroc. La inmobiliaria se desplomó el 42,91% tras conocerse las operaciones realizadas entre la sociedad y su principal accionista. Las pérdidas se extendieron a inmobiliarias pequeñas, como Cleop, Inbesòs o Montebalito. Sacyr cayó casi el 4% tras los problemas de su junta en Francia y la banca perdió menos del 1%.
En todo caso, la lupa de los expertos está puesta sobre todo en las cuentas empresariales. Y los expertos no esperan grandes noticias. Según la encuesta de Merrill Lynch entre gestores de fondos, la mayoría espera que el panorama de beneficios empeore (un 59%, frente a un 21% que espera mejoras), una cifra peor que la de meses pasados. Esta vez, además, no cuentan con el aliado de la política monetaria. La mayor parte de los gestores espera tipos más altos en el corto plazo y ve la política monetaria demasiado relajada. Las perspectivas, en este caso, son similares a las de meses atrás, pero en abril sí se ha notado un repunte de las expectativa de inflación. La diferencia entre los que esperan que suba y que baje ha pasado de 11 puntos porcentuales a 27 en un mes.
Más inflación y peores resultados supondrá más volatilidad. La gran mayoría de los expertos espera que la inestabilidad del mercado aumente en los próximos 12 meses. Pero las perspectivas sobre la Bolsa no son negativas, y los gestores se declaran partidarios de asumir mayores niveles de riesgo, aunque aún tengan un perfil defensivo y la mayoría -un 34% del total- sobrepondere la liquidez. El apetito por el riesgo es, según Merrill Lynch, la razón que justifica que las Bolsas hayan subido alrededor del 5% sobre los mínimos sin que la expectativas hayan mejorado, antes al contrario.
Por otra parte, la mejor alternativa de inversión a ojos de los gestores es la renta variable de la eurozona. Obtiene las mejores respuestas en términos de valoración de mercado y en perspectivas de beneficios a 12 meses. Por sectores, los expertos apuestan por defensivos, como consumo y farmacia.
El dólar toca mínimos frente a euro y libra
26 años llevaba el dólar estadounidense sin cotizar tan bajo respecto a la libra esterlina. Ayer tocó los 2,013 dólares por libra, el nivel más bajo desde junio de 1981, dos años después de que Margaret Thatcher asumiese la presidencia del Ejecutivo británico. El máximo histórico, de 1980, está en 2,4175 dólares por libra. La publicación de las actas de la última reunión del Banco de Inglaterra desató las compras de libras, pues mostraron que dos de los miembros del comité que decide sobre tipos de interés se inclinaron por elevar el precio del dinero al 5,5%.Por otra parte, el euro seguía cotizando en zona de máximos frente al dólar. A última hora cada euro se cambiaba por 1,3577 dólares, si bien llegó a cotizar en 1,3616. La divisa está a un paso de los 1,366 dólares registrados el 31 de diciembre de 2004, el máximo de su corta historia.Sin embargo, la cotización del euro respecto al yen cayó hasta las 160,78 unidades, según en el mercado nipón crecen las expectativas de que el banco central eleve el precio del dinero al detectar tímidos brotes de inflación en un país en el que los tipos de interés están en el 0,5%. Estos bajos tipos estimulan la operativa llamada carry trade, en la que los inversores se endeudan en yenes para buscar rendimiento en mercados con tipos más elevados.