S&P alerta a las 'telecos' europeas de una merma de las ganancias
El negocio de las principales operadoras de telecomunicaciones de Europa sigue siendo 'sólido', con una generación de caja 'resistente' y una fortaleza financiera sustancial para afrontar el desarrollo de nuevas redes y tecnologías, retener a los clientes y participar en el proceso de consolidación y de innovación. Y, sin embargo, hay riesgos en el horizonte. Nada menos que diez y todos ellos pueden afectar a la calidad crediticia de las grandes telecos y a sus resultados, según el informe divulgado ayer por la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P).
Los primeros ataques vienen de la saturación del mercado de móvil, con una penetración media del 103% de la población europea, según la Comisión Europea. A ello se añaden los recortes que se han visto obligadas a hacer firmas como Telefónica, Vodafone, Deutsche Telekom o France Télécom en los precios de terminación de llamadas y los que van a tener que hacer en las comunicaciones en el extranjero.
El segundo frente es la telefonía fija, con una tendencia imparable de caída del tráfico y pérdida de clientes. La competencia del móvil ha llegado hasta el hogar y está haciendo daño a las conexiones más tradicionales, al igual que la telefonía IP y la aparición de los rivales.
El peligro de la regulación
S&P pone de relieve lo que considera el peligro de la regulación. Y es que el incremento de la competencia y las medidas que toman los reguladores para garantizarla tienen como contrapartida un efecto negativo en las cuentas de ex monopolios.
Para contrarrestar estos peligros, las compañías deberían adecuar su estructura de costes, sobre todo de personal, según la agencia de ratings. Los costes laborales de una compañía como BT supone el 25% de sus ventas; en Telefónica son el 14%.
El problema ahora es que las operadoras tienen fuertes requerimientos de inversión, pero la seguridad del retorno ya no es tan fuerte. Tampoco la presencia en mercados emergentes supone un blindaje absoluto, porque da más crecimiento, pero dispara el riesgo.