El plan B que sopesa el presidente
Los que conocen a Luis del Rivero saben que ya tiene un plan B en Eiffage. El presidente de Sacyr era consciente de que su homólogo en la francesa, Jean-François Roverato, iba a utilizar las armas más afiladas para vetar de nuevo la entrada en el consejo del grupo español. Aunque a lo mejor no contaba con las formas de Roverato, que ayer provocó una junta sonrojante apelando al patriotismo económico que abandera Francia. De haberse producido en España algo lejanamente aproximado a lo que ocurrió ayer en la asamblea de Eiffage en París habrían llovido de inmediato las críticas sobre el trato español a la inversión extranjera.
Superado el trance, el resultado es que Sacyr pierde en su segundo intento de vencer el veto para entrar en el consejo de Eiffage. Y es que pese a ser primer accionista, la ley francesa no reconoce el derecho de representación proporcional que sí existe en España. Ahora, la quinta constructora española puede elegir una solución similar a la que escogió su competidora Acciona en Endesa. Tras luchar durante meses contra las acusaciones de posible concertación, José Manuel Entrecanales dejó sin validez las amenazas el pasado 26 de marzo tras reconocer abiertamente y detallar un pacto con la italiana Enel y su plan de lanzar una opa conjunta.
La cúpula de Sacyr, que ayer seguía en comité de crisis para resolver el dossier francés, ha estudiado todos los escenarios posibles ante todas las respuestas posibles de Eiffage ayer en la junta. Lo admiten fuentes de la empresa. Y entre esas opciones, figura la de una opa que la empresa ha rechazado oficialmente desde hace un mes. Aunque esto implicaría abandonar la amenaza de dirimir en los tribunales la pugna de poder con Eiffage.
A juzgar por las preguntas de los colegas franceses a Roverato en la rueda de prensa de ayer, hay dudas sobre si Sacyr podría afrontar la compra de la tercera constructora francesa y séptima europea que vale en Bolsa 10.389 millones, unos 2.000 millones menos que el grupo español. Sin embargo, Sacyr dispondrá en breve de unos recursos significativos cuando convierta a su filial de autopistas Itinere en cotizada. Coincide que anteayer aprobó el proyecto para fusionar Europistas (que controla desde octubre con las cajas vascas) con la citada división, con lo que creará la tercera concesionaria del sector en el país, con un valor de 6.224 millones. Además que lo que obtenga con la admisión a cotización de las nuevas acciones, podrá utilizar la filial para refinanciar y conseguir nuevos préstamos con la banca. De momento, el Santander no le ha puesto problemas en la financiación de los 6.600 millones que ha invertido en Repsol.
La otra salida es vender una participación en la que ha invertido más de 1.800 millones. Elegirlo significa anotarse unos 1.600 millones de plusvalías y poder reforzarse en Repsol, donde ya es primer accionista tras desplazar a La Caixa. Pero esto también supone decir adiós a sacarle partido al segundo grupo de autopistas francés, Autoroutes Paris-Rhin-Rhône (APRR). Es la joya de la corona de Eiffage, que la controla en un 51%, y Sacyr ya intentó sin éxito quedarse con una concesionaria en la privatización de diciembre de 2005.
El estilo de gestión de Luis del Rivero anticipa que la decisión será rápida.