Nuevo modelo en la construcción
La Ley Reguladora de la Subcontratación en la Construcción, que hoy entra en vigor, inaugura un nuevo modelo en el sector, tanto en las relaciones entre las propias empresas como en las relaciones laborales. Su objetivo es reforzar la protección de los trabajadores al evitar que la interposición de subcontratistas recorte sus garantías. Y, a la vez, establecer métodos de funcionamiento para que la información entre las empresas sea más fluida y transparente.
El nuevo texto legal, pactado por la patronal y los sindicatos CC OO y UGT, establece límites a la cadena de subcontrataciones, las prohíbe a los autónomos, aumenta los supuestos de responsabilidad solidaria de contratistas y subcontratistas, incluye a los promotores entre los posible sujetos responsables ante un incumplimiento de la ley y, entre otros aspectos, exige un porcentaje mínimo de trabajadores fijos en las empresas. Esta última exigencia dio origen a los seis meses de vacatio legis desde la aprobación del texto hasta hoy, con el objetivo de que las empresas se adaptasen.
La mayoría de las nuevas exigencias no ha generado grandes dudas en las empresas. Sin embargo, sus asesores jurídicos han visto excesiva generalidad en la ley, lo que hace más urgente el reglamento que la desarrolle, que aún se está negociando. Porque las empresas se enfrentan a dudas como la falta de criterios unitarios sobre el nuevo Registro de Empresas Acreditadas, que crea la ley, y que depende de las comunidades autónomas. Otra duda poco explicable es la indefinición sobre empresas 'intensivas en mano de obra' a las que la ley prohíbe la subcontratación.
La firma del nuevo convenio del sector, que debe contribuir igualmente al desarrollo de la nueva ley, es otro paso pendiente. Superados los aspectos económicos, el escollo está precisamente en una extensión del contrato fijo de obra, y el acuerdo es deseable porque está vinculado precisamente al desarrollo de la nueva ley.