La cultura Aveda llega a España
La naturaleza puede ser un modelo de éxito empresarial. Aveda, firma de cosmética a base de flores y plantas, lleva casi treinta años enseñando que los beneficios ecológicos y económicos no son incompatibles. Marca de culto en 24 países de todo el mundo, Aveda extiende desde este mes su filosofía en España, con la apertura de un salón de belleza, tienda y spa en el Barrio de Salamanca en Madrid (Ortega y Gasset, 26). Un espacio de 363 metros cuadrados que invita a cuidarse y a cuidar el planeta.
'Nuestra misión en Aveda es cuidar del mundo en que vivimos, desde los productos que elaboramos hasta las maneras en que contribuimos a la sociedad. En Aveda luchamos por dar un ejemplo de liderazgo ecológico y responsabilidad, no sólo en el mundo de la belleza, sino en todo el mundo', recita en castellano Dominique Conseil, presidente de la compañía desde septiembre de 2000.
La frase, del fundador de la firma, Horst Rechelbacher, domina el Lifestyle Salon & Spa abierto en Madrid. Ubicado en un edificio original de Ruiz de la Prada de 1960, el diseño comunica los valores de la marca: baldosas de cerámica fabricadas en España, bambú (madera de rápida regeneración), acero inoxidable reciclado, pinturas con bajo contenido tóxico, paneles confeccionados con barricas de vino de Marqués de Murrieta y un sistema de reutilización de aguas que reduce el consumo un 30%. Sus productos contienen componentes orgánicos, cultivados y cosechados por pueblos tradicionales y autóctonos, empaquetados con material reciclado y producidos con energía eólica. 'Parte de nuestra misión es liderar y dar ejemplo', asegura Dominique Conseil.
Los productos de Aveda (más de 600) se distribuyen en 7.000 salones y spas en 24 países de todo el mundo. Al mercado español llega alentada por el dinamismo de su economía. Una investigación interna concluyó que la cultura de la marca era bien acogida por los profesionales y consumidores. 'Una mujer española va a la peluquería una media de 12 veces al año, una frecuencia enorme comparada con Alemania o Inglaterra. Es un mercado muy atractivo para Aveda', destaca Conseil.
En el Lifestyle Salon & Spa madrileño se encuentran los productos para el cuidado del cabello, de la piel, maquillaje y aromas; además, los diferentes profesionales ofrecen servicios de peluquería (corte y peinado a cargo del director artístico, 100 euros -los precios están en función de la experiencia de los estilistas), spa (masaje para liberar el estrés de 60 minutos, 75 euros), manicura (25 euros), pedicura (30 euros). El cliente recibe, entre otras atenciones, un masaje de manos. Un reservado garantiza, además, intimidad a las celebrities. En Aveda, el bienestar y el glamour revierten en beneficios para la empresa y el medio ambiente.
Valores para un mundo mejor
Muchas de las respuestas que ofrece Dominique Conseil se encuentran en una lista de creencias que guarda en su cartera. La número 10, por ejemplo, receta que el equilibrio profesional y personal es lo que puede sostenernos en el futuro.El presidente de la firma reconoce que 'es mucho más difícil hacer negocios como lo hace Aveda'. Un negocio en el que bienestar y belleza no está reñido con un compromiso de responsabilidad social y medioambiental. Si otras industrias asumieran sus valores, 'sería un mundo mejor', espera Conseil.Parte de los beneficios se destinan a las campañas del Mes de la Tierra para apoyar iniciativas medioambientales. Este año, llama la atención sobre el derecho al agua limpia. Cuando Conseil llegó a la presidencia de Aveda, la campaña recaudaba 300.000 dólares; el año pasado, los fondos aumentaron a 1,5 millones.La compañía trabaja a veces con ONG o activistas radicales, sus consultorías sobre contaminación o comercio justo les ayudan a progresar. 'No significa que estemos siempre de acuerdo con ellos', precisa.Nacido en Suecia y máster en Gestión, se le atribuye el desarrollo de la compañía. 'Vivimos en un mundo en que conseguir beneficios está terminando con los recursos. Tenemos que demostrar que los beneficios ecológicos y monetarios son compatibles. La naturaleza es la mejor profesora en términos de sostenibilidad'.