Warren Buffet y la conquista del oeste

Comentaba este lunes un analista a la agencia Bloomberg que poseer acciones de una compañía en la que entra Warren Buffet es como recibir una clase de golf de la mano de Tiger Woods. El rey Midas de los mercados tiene tras de sí una carrera tal de éxitos financieros que cuando hace públicas sus participaciones se genera una avalancha de dinero hacia las compañías por las que ha apostado.

El último revuelo se ha producido en la industria ferroviaria. Warren Buffet desveló la semana pasada que posee, a través de su compañía holding Berkshire Hathaway, una participación del 10,9% en Burlington Northern Santa Fe Corporation, la segunda ferroviaria de Estados Unidos. El magnate ha invertido en otras dos empresas del sector. La reacción ha sido apabullante, como era de esperar. El sector ferroviario estadounidense se disparó en Bolsa el lunes, comenzando por Burlington Northern, que ganó un 6,5% y alcanzó máximos.

Warren Buffet tiene a gala el no invertir en negocios que no entiende. No entró en las tecnológicas a finales de los noventa, ni lo ha hecho ahora. Pero es el mayor accionista de empresas como Coca-Cola o American Express.

Lo que llama la atención de la apuesta ferroviaria de Buffet es que ha invertido en un sector que huele a película del oeste; a polvo, a vapor y a revolución industrial; es decir, a elementos con los que ya se enriquecieron los que apostaron por esta industria hace más de 100 años. En una economía donde más de dos tercios del crecimiento procede del consumo, Warren Buffet ha apostado por un sector industrial puro.

Pero el magnate no está mirando al pasado, sino escrutando el futuro. Las exportaciones de Asia a Estados Unidos han crecido un 67% en cinco años. Esos productos suelen llegar por barco a la costa oeste americana, cuyos puertos están comunicados con el resto del país -qué casualidad- por las principales compañías ferroviarias, Union Pacific y Burlington Northern.