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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Por la libertad de expresión

El Partido Popular ha puesto en marcha una de las maniobras más graves contra la libertad de expresión y la libertad de empresa que se recuerdan en democracia. Como réplica a unas manifestaciones del presidente de Prisa, Jesús de Polanco, en la que hacía una serie de consideraciones sobre el comportamiento político del PP, los dirigentes del principal partido de la oposición han decidido promover un boicot contra todos los medios del grupo. Las opiniones de Jesús de Polanco, con las que los lectores de los medios del grupo y el resto de la ciudadanía puede estar de acuerdo o no, fueron hechas en un ejercicio de libertad y en el marco de la junta de accionistas de la empresa que preside.

En su inverosímil declaración de ayer, la organización que preside Mariano Rajoy comunica 'a todos los ciudadanos, y de manera especial a los accionistas, anunciantes y clientes de ese grupo de comunicación que desde este momento y mientras el señor Polanco no rectifique pública e inequívocamente, el Partido Popular dejará de atender todas las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas del Grupo Prisa y demás empresas controladas por Jesús Polanco'. Es decir, castiga la libertad de expresión, un derecho consagrado en la Constitución que con tanta vehemencia dicen defender los populares.

Con este despropósito, el PP no sólo cercena la posibilidad de que los profesionales puedan hacer su trabajo. También escamotea, sin la reflexión aconsejable, sus opiniones y sus decisiones políticas a un numerosísimo colectivo de españoles cuyas ideas dicen representar, en una decisión más propia de un partido sectario en ideas y marginal en seguidores que de una formación que aspira a ser una verdadera alternativa de Gobierno. La actitud del primer partido de la oposición no es sólo una afrenta a la libertad de expresión, también atenta contra la libertad de empresa, uno de los, al menos en teoría, principios sagrados del PP.

Pero, desgraciadamente, llueve sobre mojado. No es la primera vez que el PP toma iniciativas de esta relevancia contra Prisa. Ya en la primera legislatura de José María Aznar adoptó un amplio número de decisiones, tanto legislativas como judiciales, destinadas a perjudicar los intereses del primer grupo de comunicación español y a perseguir a su presidente.

En estos momentos, no se necesitan más rectificaciones que las de una iniciativa política sostenida desde el revanchismo por un partido al que le ha costado encajar una inesperada derrota electoral, hace ya tres años, y de la que fue el único culpable por utilizar prácticas escasamente democráticas, que los ciudadanos no toleraron. El PP debe superar esa barrera y respetar las reglas que todos hemos dado por buenas. La desestabilización política azuzada a diario desde el PP, además de enrarecer el clima social, puede llegar a poner en peligro uno de los ciclos de prosperidad económica más longevos de España.

Nuestra contestación al PP es sencilla. Cinco Días se compromete con los ciudadanos y de manera especial con los accionistas, anunciantes y clientes a seguir ofreciendo una información seria, rigurosa e independiente. Llevamos 29 años haciéndolo y ningún chantaje político nos va a hacer cambiar de opinión.

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