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Población

Revolución demográfica

Un estudio revela el fuerte aumento de los costes sociales con la inmigración. El 44% tiene ya permiso de residencia permanente

En los últimos seis años, España ha recibido una media de medio millón de inmigrantes al año, mientras que en el mismo periodo tan sólo han abandonado nuestro país unas 50.000 personas al año. Una revolución demográfica que ha colocado a España como la segunda nación del mundo en intensidad de flujos migratorios, tan sólo superada por Estados Unidos.

Así lo aseguró ayer Antonio Izquierdo, director de la Escuela Galega de Administración Pública (EGAP), quién presentó los principales resultados de un estudio que ha dirigido sobre la demografía de los extranjeros, patrocinado por la Fundación BBVA. La población inmigrante ya representa el 10,8% de la población total en España y en algunas comunidades (Baleares, Madrid, Cataluña, Murcia o la Comunidad Valenciana) supera el 14%.

Vienen para quedarse

Pero el gran cambio esta aún por llegar. A juicio de Izquierdo, el 44% de los extranjeros que viven en España ya tienen permiso de residencia permanente o están pendientes de recibirlo. 'El modelo de inmigración ha cambiado. Ha pasado de un modelo intensivo en mano de obra a otro de 'instalación'. El 44% de los inmigrantes ya ha tomado la decisión de quedarse y eso va a tener una fuerte repercusión en costes sociales', apunta, sobre todo, los sanitarios. Precisamente, la renovación de la política de inmigración será el punto central de la comparecencia de Izquierdo el próximo miércoles en la Comisión de Trabajo del Congreso.

'Hace siete años, los ecuatorianos venían a España con un proyecto temporal. Sin embargo, los trece años consecutivos de crecimiento de la economía española les han hecho cambiar de opinión y eso va a traer un aumento muy fuerte en los costes relacionados con la escolarización o los gastos sanitarios', señala.

Esta nueva política se hace aún más necesaria si se tiene en cuenta que precisamente son los inmigrantes, tal y como describe el estudio, los que están elevando las tasas de natalidad y fecundidad en España. La tasa de nacimientos en la población extranjera (17,8 niños por cada mil habitantes) duplica a la española y el peso de la inmigración en el crecimiento de la población es vital. De los 1,51 millones que creció la población en España entre 2004 y 2005, 1,43 millones correspondieron a la aportación de los inmigrantes.

El estudio también se hace eco de las renovaciones de los flujos inmigratorios, que han sufrido fuertes cambios en los últimos cinco años. De 2000 a 2002, los flujos de inmigrantes procedían de dos países latinoamericanos (Ecuador y Colombia), que han perdido fuerza ante la pujanza de Bolivia o Argentina, que han multiplicado el número de entradas por diez y por cuatro en ese periodo. En términos absolutos, los que más han crecido han sido los inmigrantes procedentes de Rumanía y Marruecos.

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