El equipo directivo pretende plantar cara
Era cuestión de tiempo que Altadis entrase en el proceso de consolidación del sector. Aunque la tabacalera viene recalcando desde hace meses que sus intenciones pasan por ser el sujeto activo de estos movimientos de compra y concentración, desde ayer se ha convertido en el objeto de deseo de su competidora británica Imperial Tobacco. Sin descartar que en las próximas semanas aparezcan nuevos pretendientes dispuestos a hacerse con el control de la hispano-francesa, con la también británica British American Tobacco (BAT) como principal favorita.
Imperial dio en la tarde del miércoles el primer paso para hacer oficial la relación entre las dos compañías. No presentó una oferta vinculante y condicionó su propuesta a un proceso de due diligence y a su aceptación por el consejo. Sin embargo, los dirigentes de Altadis no van a abrir de par en par las puertas a su rival, sino que están dispuestos a presentar batalla.
La oferta de 11.525 millones fue considerada insuficiente en la reunión de altos directivos celebrada en la mañana de ayer en la sede madrileña de Eloy Gonzalo. De hecho, los asistentes salieron de ella con la impresión de que la compañía ni se vende ni se trocea. Una posición que podría hacerse oficial en la reunión que el consejo de administración celebrará en los próximos días.
La estructura del capital, en manos de fondos de inversión, dificultaría la defensa
Uno de los problemas que tendrá el equipo directivo para intentar frenar a sus competidores es la estructura del capital de Altadis. No sólo carece de accionistas de referencia, sino que además las principales participaciones están en manos de fondos de inversión que podrían vender al mejor postor: Chase Nominees (con el 10% del capital), Morgan Stanley (5,7%) y Franklin Resources (5%).
Apostar por los mercados emergentes
Altadis empezaba 2007 dispuesta a olvidar el annus horribilis que fue 2006, marcado por una guerra de impuestos y unos incrementos impositivos que dañaron significativamente su cuenta de resultados. De hecho, su beneficio se vio recortado en un 21% respecto a 2005.
Para recuperarse del via crucis, la hispano-francesa había puesto sus ojos, principalmente, en los países emergentes, dadas las crecientes restricciones al consumo impuestas en los mercados occidentales, considerados maduros y sin grandes expectativas de crecimiento. Sus objetivos pasaban por las oportunidades de crecimiento externo, con Egipto o Argelia como principales destinos para este desembarco, ante las privatizaciones de sus tabacaleras estatales. Sin olvidar Asia, donde ha llegado a un acuerdo con su principal rival Philip Morris para que éste fabrique y distribuya en el lejano Oriente sus marcas Gitanes y Gauloises. Además, Altadis ha dejado las puertas abiertas a su entrada, aunque a muy largo plazo, en el mercado estadounidense donde en la última década sólo se ha atrevido a entrar una tabacalera europea, su pretendiente Imperial Tobacco. La británica pagó en febrero 1.475 millones de euros para hacerse con el cuarto fabricante de cigarrillos de EE UU, CBHC que opera bajo la marca Commonwealth Brands.
Además, Altadis ha reforzado su apuesta por sus tres divisiones (cigarrillos, cigarros y logística) después de que el mercado especulase durante meses con la posibilidad de que se segregase la compañía para mantener únicamente el negocio de cigarros. La perla de la que carecen sus rivales, gracias a Corporación Habanos, la filial que Altadis comparte con el Gobierno cubano.
A la espera de lo que haga BAT, Imperial ha sido la primera en mostrar sus cartas por el dueño de Ducados, Fortuna y Nobel. Pero en los últimos meses se ha especulado incluso con la posibilidad de una alianza de Altadis y Philip Morris para repartirse los activos de la británica en caso de que la adquiriese la estadounidense. Sin olvidar un posible interés por parte de la nipona Japan Tobacco, actualmente inmersa en la compra de Gallaher. La asiática presentó en diciembre de 2006, una propuesta amistosa por la compañía europea. Su precio, 11.180 millones de euros en efectivo para hacerse con el control de marcas como Silk Cut, Benson & Hedges o la española Cita. La propuesta ha recibido el respaldo mayoritario de los accionistas y cuenta con el visto bueno de las autoridades comunitarias al no presentar problemas de competencia. Tampoco tendría por qué presentarlos la oferta de Imperial por Altadis y ésa es precisamente la baza que pretende jugar la británica. El mensaje de que lejos de ser un rival, puede ser un aliado.
Logista e Iberia, daños colaterales
La propuesta de compra sobre Altadis tendrá repercusiones en otras dos compañías cotizadas: Logista e Iberia. La tabacalera controla el 57,52% de su filial logística, que podría duplicar su tamaño si finalmente se lleva a cabo la escisión del negocio logístico de Altadis en Francia, para integrarlo después en su participada. Ayer, las acciones de Logista se apuntaron un repunte del 13,72% hasta alcanzar los 54,70 por título.Altadis posee además un 6,7% de Iberia a través de su participada Logista. La tabacalera ha reconocido que no se trata de una participación estratégica, pero ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de colocar en el mercado este paquete accionarial.